Sarkozy toma las riendas de una UE desorientada
Limitar el precio del petróleo será la prioridad para el presidente francés
Actualizado:Francia asume hoy la presidencia del Consejo de la Unión Europea en un contexto poco favorable, ya sea por la crispación existente tras el 'no' irlandés al Tratado de Lisboa como por la impopularidad cada vez más agudizada de Nicolas Sarkozy, cuya gestión es criticada por un sector de la opinión receloso. Pero estos inconvenientes no han impedido marcarse unos objetivos ambiciosos. Con un presupuesto de 190 millones de euros y centenares de actos previstos, el país galo afronta la construcción comunitaria con grandes desafíos. El cambio climático, la defensa de la energía nuclear y la regulación de la inmigración forman parte de la agenda más urgente de Sarkozy. La meta de Francia a la cabeza de la UE es ser «eficaz» y estar muy próxima a las «angustias» de los ciudadanos europeos, que parecen estar «sin esperanzas» y «proyectos», anunció el ministro galo de Exteriores, Bernard Kouchner, que ayer mismo recibió un traspaso simbólico de las competencias de parte de su compañero esloveno, Dimitrij Rupel.
Reconducir la situación
Eslovenia fue el primer país ex comunista en encarar esta responsabilidad y durante su mandato se ha tenido que enfrentar a la independencia de Kosovo y recientemente al rechazo de Irlanda al Tratado de la UE. Esta papeleta se la ha pasado a Francia, que debe reconducir esta difícil situación que hace pender de un hilo la reforma institucional de la Unión. Así que nada más recibir la presidencia, París se tiene que poner a trabajar para la cumbre de otoño, cuando Dublín debe dar alguna salida a la crisis que ha generado.
Sarkozy ya ha reconocido que este asunto complicará su labor, pero quiere aprovecharlo como una oportunidad para mostrar que Europa tiene que responder con «medidas concretas». A la cuestión irlandesa le siguen la definición de una política energética y medioambiental común para fin de año, la Política Europea de Seguridad y Defensa y la revisión de la PAC. Pero la prioridad recaerá sobre el precio del petróleo y el líder galo se mantiene en sus trece de limitar el IVA para reducirlo.