Chacón anuncia el relevo de la cúpula militar «en las próximas semanas»

La ministra de Defensa relevará «en las próximas semanas» a la actual cúpula militar, formada por los jefes de Estado Mayor de la Defensa y de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire. Carme Chacón, que compareció ayer ante la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados tras seis semanas de baja por maternidad, abordará esos relevos este mes de julio, antes de las vacaciones del Gobierno, según explicaron fuentes cercanas a la ministra. Será su primera decisión de calado político al frente del departamento, aparte de las visitas que realizó a las tropas de Afganistán, los Balcanes y Líbano antes de dar a luz a su hijo Miquel.

El reemplazo afectará al jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Félix Sanz, y los jefes de Estado Mayor del Ejército (JEME), Carlos Villar; de la Armada (AJEMA), almirante Sebastián Zaragoza, y del Aire (JEMA), general Francisco José García de la Vega. Chacón expresó su «gratitud» a los cuatro oficiales salientes por su «dedicación y entrega» de estos años.

La ministra destacó, en particular, la «modélica actuación» del JEMAD, que durante su mandato reportó «un gigantesco avance» en la modernización y mejora del rendimiento de las Fuerzas Armadas. A pesar de su relevo, la ministra recalcó que espera contar con el «sabio consejo» y la «colaboración leal» del general Sanz en un «futuro cometido» que piensa encomendarle, del que no quiso dar ninguna pista.

Nuevas competencias

Chacón tampoco quiso desvelar los nombres de los futuros jefes de Estado Mayor, pero sí destacó que el nuevo JEMAD verá reforzadas sus atribuciones. Tendrá capacidad para supervisar y evaluar la preparación de las unidades destinadas a las diferentes misiones, y también para velar por su disponibilidad. De esas tareas se encargaban hasta ahora los jefes de Estado Mayor de los ejércitos, que actuaban como proveedores de tropas y capacidades a requerimiento del JEMAD.

El futuro JEMAD contará, además, con un nuevo sistema de Mando y Control, que integrará las capacidades de información, vigilancia y reconocimiento. El objetivo de esa ampliación de competencias, explicó la ministra, es profundizar en el mando único y la acción conjunta de las Fuerzas Armadas y poder atender de forma global a sus necesidades materiales.

Nada se sabe sobre la identidad del próximo JEMAD, pero en las conversaciones que mantienen los oficiales del Ministerio de Defensa y los cuarteles generales se oyen los nombres de varios candidatos. Si Chacón cumple la norma no escrita de que el cargo de JEMAD debe rotar entre los generales de los tres ejércitos, ahora sería el turno de la Aviación. En su cuartel general se barajan como posibles candidatos los generales José Julio Rodríguez y Miguel Lens. Ambos desempeñan labores de gran importancia en Defensa y son personas de confianza del Gobierno: el primero es director general de Armamento y Material, y el segundo es jefe del Gabinete técnico de la ministra. Otro candidato que sale en todas las quinielas es Carlos Gómez Arruche, ex director general de la Guardia Civil.

«Tomadura de pelo»

En el Ejército de Tierra algunos oficiales cuestionan esa obligación de que el mando de las Fuerzas Armadas deba rotar. Los del Aire, por su parte, juzgarían «una tomadura de pelo» que Chacón cediese el puesto de JEMAD a otro ejército.

Si el Gobierno incumpliese la norma no escrita, hay generales de Tierra que aspiran al cargo. Entre ellos Fulgencio Coll, que comandó las tropas en Irak y ahora dirige la Unidad Militar de Emergencias (UME), la preferida por José Luis Rodríguez Zapatero, y Pedro Pitarch, jefe del Eurocuerpo, que mantiene una excelente relación con el Ejecutivo socialista. En 2005, José Bono ya le encomendó la jefatura de la Fuerza Terrestre tras destituir a su jefe, José Mena, después de que insinuase una intervención del Ejército en respuesta al Estatuto catalán. El tercer candidato sería el actual JEME, Carlos Villar.

La ministra de Defensa también anunció que después del verano presentará a la cámara la nueva directiva de Defensa Nacional (DDN), que traza las líneas básicas de la defensa para los cuatro años siguientes, antes de solicitar de forma formal su aprobación al presidente del Gobierno.

Ese documento, el primero que hace cuatro años estableció la obligatoriedad de consultar al Parlamento antes de enviar soldados al exterior, incluirá en esta ocasión el mandato de elaborar una Estrategia Integral de Seguridad y Defensa para hacer frente a los «nuevos desafíos de seguridad».

La responsable de Defensa fijó como objetivo pasar de los 125.000 efectivos que ahora tienen las Fuerzas Armadas a 130.000, un incremento que afectará sobre todo al personal de tropa y a los suboficiales. Los soldados, destacó, gozará de una mejor formación, que luego les permitirá reincorporarse con éxito a la vida civil, podrán desarrollar una carrera militar «atractiva y motivada» y percibirán que Defensa se preocupa por su entorno familiar.

Al principio de su comparecencia, Chacón recurrió a la jerga castrense para felicitar a la selección española por ganar la Eurocopa: «Misión cumplida», proclamó.