Un jugador con brújula
La UEFA nombra al medio mejor jugador de la Eurocopa porque «ejemplifica el fútbol español»
Actualizado: GuardarDicen los entendidos que para jugar en el centro del campo hay que estar hecho de otra pasta, porque después de un fallo y la protesta sonora de 90.000 malhumorados hay que volver a intentarlo. Xavi Hernández (Terrassa, 1980) es un ejemplo canónico de medición, control y paciencia. «No quiero perder nunca el balón y me obsesiona dar un mal pase», confiesa. Trabaja con la precisión de un relojero y controla la disposición de las piezas en el tablero, la mejor forma de ensamblar una idea en una milésima de segundo. Lo ha hecho tan bien en la Eurocopa que la UEFA le ha nombrado el 'mejor jugador del torneo'. Andy Roxburgh, director técnico del máximo organismo del fútbol europeo, reconoció que el medio catalán «ejemplifica el fútbol español».
El ideólogo de la selección española y del Barcelona es una herencia del 'modelo Cruyff'. Rondos, toques, conservación interminable de la pelota... Xavi suele comentar que cuando los canteranos del Barça se entrenaban a las órdenes de Carlos Rexach éste les felicitaba de espaldas, pendiente del resto del grupo. «Míster, pero no lo ha visto», le decían los chavales. «Pero escucho el balón y sé que rueda bien», explicaba el técnico, familiarizado con el sonido de una buena circulación. Al de Terrassa le apasiona descodificar los partidos, buscar la clave de acceso a las áreas restringidas. «Siempre pienso en qué manera podemos jugar, qué nos conviene, qué compañeros tengo de medio campo para arriba para saber si la tengo que dar al pie o en profundidad». Mira antes de recibir, su filosofía vital, y cuando le llega el esférico ya sabe qué hacer.
Esculpido en 'La Masía' desde los once años, Xavi aglutina la esencia del futbolista total. Jamás ha destacado por su físico, menudo y «paticorto», como él mismo se define, pero tiene una cabeza privilegiada para resolver puzzles. Llegó al Barcelona procedente del Terrassa, donde jugaba como delantero, entregado al placer del gol. «Creía que era veloz, pero en el Barça todos iban más rápido que yo», rememora. Entonces le dijeron que tenía perfil de pasador, además de talento, que cristalizó en un jugador capaz de moldear un partido a su gusto.
Debut con gol
Se designación como el mejor jugador de la Eurocopa empezó a gestarse hace una década, cuando debutó en el primer equipo del Barcelona a las órdenes de Louis van Gaal. Con apenas 18 años disputó la Supercopa de España ante el Mallorca, en la temporada 1998-1999, y se estrenó con un gol. Claro que entonces estaba todavía Guardiola, el '4' azulgrana cuyos pósters adornaban las habitaciones de un batallón de chavales en 'La Masía'. Pero Pep se marchó dos años después al fútbol italiano y las puertas de la titularidad se abrieron para Xavi. 'El profe', apodo por el que se le conoce, se puso el frac y empezó a dirigir. Tres Ligas, dos Supercopas y una Liga de Campeones después, llegó la consagración definitiva para el centrocampista catalán. Ganó con España la Eurocopa de Austria y Suiza y, además, el título de mejor jugador. «Xavi ha sido extremadamente influyente en el juego de su selección, en la posesión de balón, en los pases cortos y penetraciones», constató Andy Roxburgh. Razón no le falta. En los seis partidos disputados, incluida la final, 'el profe' ha repartido un total de 254 pases con una efectividad del 89%.
Canalizador de juego
Lo cierto es que Xavi ha completado una Eurocopa espectacular. Asumió el liderazgo de una selección que rebosaba talento por los cuatro costados y lo canalizó en la dirección correcta. Aragonés lo ha sustituido en más de una ocasión, pero no porque lo estuviera mal, sino porque había que cuidar la 'masa gris' de una España que ambicionaba cotas mayores. En la final, contra Alemania, fue de nuevo un futbolista con brújula para marcar el camino a seguir. Suyo fue el pase de gol que peleó Fernando Torres con convicción y fe, que robó la cartera a Philipp Lahm para batir a Lehmann.
Unos meses antes de la Eurocopa, se le recordó a Xavi que la selección tenía jugadores de la talla de Villa, Torres, Cesc, Iniesta, Silva y Casillas, entre otros, y se le preguntó si le faltaba algo a España con tanto talento en sus filas. «Ganar algo importante», respondió. «Como nunca hemos ganado nada eso hace que el futbolista español se sienta muy presionado. La exigencia es muy grande para un equipo que no ha conquistado nada». Ahora, tras el éxito de Austria y Suiza, la 'roja' se ha desembarazado de una buena parte de sus complejos históricos. Lo ha hecho con buen juego y una concepción aristocrática del fútbol, liderada por el 'hombre brújula', un Xavi Hernández acostado en la cima de Europa. Poco después de concluir el torneo de Austria y Suiza, la UEFA ha confeccionado una lista con 23 jugadores que forman parte del 'equipo ideal' de la Eurocopa. Pues bien, nueve de ellos son españoles, el país que aporta el mayor número de internacionales a la 'selección de las selecciones'. Casillas, Marchena, Puyol, Senna, Xavi, Fabregas, Iniesta, Villa y Torres figuran entre los elegidos por el máximo organismo del fútbol europeo.
Jugadores españoles aparecen en todas las demarcaciones. Tanto en la portería como en el centro del campo y la delantera. Para empezar, los tres mejores guardametas son Casillas, el italiano Buffon y el holandés Van der Sar, que ya ha anunciado que deja al combinado tulipán. No obstante, hay una opinión unánime que otorga la titularidad al arquero del Real Madrid.
Unos metros más adelante, en la zaga, la UEFA se ha quedado con Marchena y Puyol -pareja de centrales de la selección española-; los portugueses Bosingwa y Pepe; el alemán Lahm, que afeó su actuación al dejarse robar la cartera por Fernando Torres en la final; y el ruso Zhirkov.
Ya en el centro del campo, donde se cuece el fútbol, aparecen hasta cuatro futbolistas de la 'roja'. En primer lugar, Senna y Xavi, mejor jugador de la Eurocopa, y después Fabregas e Iniesta, que la UEFA define como «centrocampistas ofensivos». Al margen de los españoles, también están el ruso Zyryanov, el croata Modric -flamante fichaje del Tottenham de Juande Ramos-, el turco Altintop, los alemanes Ballack y Podolski y, por último, el holandés y jugador del Real madrid Wesley Sneijder.
En cuanto a la delantera, lugar donde se definen las aspiraciones de una selección, Europa se ha vuelto bipolar. España y Rusia son las que aportan la dinamita con Torres y Villa, por un lado, y Arshavin y Pavlyucenko, por otro. Salta a la vista que Cristiano Ronaldo no se encuentra entre los mejores, una decisión muy acertada por parte de la UEFA ya que el portugués ha completado una Eurocopa mediocre, sin argumentos.
Tampoco ha habido sitio para el delantero italiano Luca Toni, que ha fallado más que una escopeta de feria, ni para Van Nistelrooy, que apenas se ha hecho notar. El francés Benzema, la gran promesa gala, fue un chiste sin gracia y el sueco Ibrahimovic no pudo cargar con todo el peso de una selección acostumbrada a que su ariete le saque las castañas de fuego.