El rural, al final de la larga cola

l turismo rural siempre es el segundo plato, excepto para los convencidos de la vida en el medio agreste. «Cuando una familia ha de recortar gastos, las vacaciones en la playa permanecen por encima de la escapada a la Sierra», explicó el gerente de Ruralgest, Rafael Tirado, «y durante este año estamos notando una bajada demasiado acusada en turismo rural». La temporada fuerte de este segmento comienza en octubre y finaliza en Semana Santa, pero durante el verano se mantienen algunas reservas. Sin embargo, este invierno el turismo rural no fue tan demandado como otros años y apenas hay reservas para este verano. «Sólo para el mes de agosto, tenemos tres semanas reservadas por franceses, en Benaocaz», explicó Julio C. García, propietario de una vivienda rural.