HOMENAJE. El heladero Alessandro, en Cádiz, ha elaborado un helado en honor a la selección. / A. V.
Ciudadanos

La pasión elevó el consumo de luz y agotó las camisetas rojas

Nueve de cada diez televidentes vieron el partido de la selección, las prendas de la selección se agotaron en las tiendas, las urgencias vivieron un día tranquilo y la utilización de electricidad repuntó: la provincia en 90 minutos

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Uno de cada tres gaditanos vio a la selección española de fútbol ganar un torneo internacional absoluto 44 años después. Fue el domingo pasadas las diez y media de la noche; fueron casi 400.000 los ciudadanos de la provincia (sobre un total de 1,2 millones) que no le quitaron ojo a su plasma o a su viejo aparato de tubo. En esos momentos, sólo uno de cada diez televidentes se refugiaba en otra cadena, donde programaban películas de desecho y material de relleno; el resto, el 89,5% de la audiencia, miraba el canal donde todo era rojo.

Pero eso fue al final. Antes, unas pocas horas antes, el día dejaba evidencias de que no iba a ser un día normal. Ocho de la tarde del 29 de junio: el consumo de electricidad alcanza en la provincia los 487 megavatios, unos 50 más del pico registrado a mediodía del mismo domingo del año pasado (entonces, 1 de julio).

En la calle hay más tráfico de lo habitual a última hora de un domingo. Desde el interior de los vehículos unos pocos ondean banderas nacionales; otros pocos gritan. De algunos balcones cuelgan enseñas nacionales, cuya venta se ha disparado en unos días en tiendas de todo a cien, gasolineras y comercios textiles en general. Los supermercados no sólo se aprovecharon del cobro de la nómina de junio y las familias hicieron acopio de bebidas y comida durante el sábado previo a la fiesta. La euforia, aún, era contenida.

Nueve de la noche. El consumo escala hasta los 501 megavatios. Las calles están desiertas. En todo caso, una pareja de ancianos camina cansina a la fresca del atardecer. Delante de los televisores, con la bola en juego, 90 de cada 100 gaditanos suman la segunda cuota de pantalla más alta de Andalucía, sólo superada por el 91% anotado por Huelva. En cualquier caso, la pasión en la provincia era más pasión que en la mayoría del país y de la región, ya que la media nacional fue del 80,9% de share y la andaluza, del 83,9%, según datos de Sofres aportados por Barlovento Comunicación.

Bien pertrechados

Diez de la noche: 518 megavatios. Queda poco más de media hora para que la final agote su tiempo reglamentario y España está arriba en el marcador. Los miles de orgullosos gaditanos que se habían comprado la camiseta del equipo español durante la semana pasada están más orgullosos aún. Según Decathlón, la tienda especialista en deportes de El Puerto, en unos días han vendido 300 prendas oficiales (todas las que tenían), otras 500 que pusieron en venta de su propia fábrica para celebrar la Eurocopa y cientos de camisetas rojas en general. «Se han agotado hasta las rojas normales», aseguraban ayer desde el establecimiento portuense.

Aunque la pasión no se limitó a la compra de una tela roja. Durante el viernes y el sábado se serigrafiaron un centenar de zamarras y en toda la Eurocopa se han pintado otras 500. Los nombres que casi se agotaron, los de David Villa y Dani Güiza.

Once de la noche: el consumo de electricidad alcanza su máximo del día, con 546 megavatios. El partido terminó, España se proclamó campeona y cientos de miles de gaditanos todavía estaban ante el televisor.

Las calles se llenaron de vehículos y banderas y las urgencias sanitarias pudieron temerse lo peor. Falsa alarma. Según fuentes del Servicio Andaluz de Salud, los servicios de emergencia vivieron un domingo muy tranquilo, inalterado durante las horas del encuentro y calmado incluso a su término, cuando miles de jóvenes se lanzaron a la celebración.

Doce de la noche: las aguas vuelven poco a poco a su cauce y cae el consumo eléctrico. Aunque el impacto de las televisiones en la potencia es mínimo, los resultados durante las horas del partido confirman el seguimiento masivo del acontecimiento.

Las urgencias no registran novedades extraordinarias, pese a la fiesta que inunda todas las calles de la provincia. Hasta las dos de la madrugada se escuchan los restos de la celebración.

Ayer, a primera hora de la mañana, Alfonso Cazorla se iba a Decathlón a comprarse la camiseta de España. Ya no había ninguna y el pedido tardará en llegar. «La tendré que comprar por Internet porque la quiero ya», dice. MÁS INFORMACIÓN en páginas de Deportes, de la 34 a la 39.