Zapatero marca distancias con el PP y reivindica las recetas de la izquierda
El presidente del Gobierno afirma que el Partido Socialista «no necesita disfraces ni viajar al centro cada 'equis' años» La cúpula del PSOE intenta tranquilizar a sus militantes
Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero reivindicó ayer las recetas tradicionales del socialismo para hacer frente a las consecuencias de la coyuntura económica. No fue sólo un mensaje para la galería. A apenas cuatro días de que dé comienzo en Madrid el 37 Congreso de su formación, el presidente del Gobierno quiso también garantizar a los suyos que el PSOE no cambiará su identidad. «Somos -dijo- lo que hemos sido siempre, un partido de izquierda al servicio de España». El ejercicio de autoafirmación llega justo cuando la dirección del partido estudia las casi 6.000 enmiendas presentadas por la militancia a la ponencia marco que se debate el próximo fin de semana y en las que se aboga por escorar el rumbo hacia la izquierda.
La dirección socialista es consciente de que en las pasadas elecciones creció a costa de formaciones nacionalistas y de Izquierda Unida porque funcionó el voto útil contra el PP. Pero también sabe, a la luz de las encuestas postelectorales, que se le escapó voto de centro y que los cerca de 600.000 electores arañados a los 'populares' en 2004 se perdieron.
Las bases del partido no han recibido demasiado bien el giro a la moderación de su cúpula que hasta ahora, se ha resistido a embarcarse en políticas tan rompedoras como la del matrimonio homosexual en la pasada legislatura. Las diferencias con el PP en inmigración son ya imperceptibles, la coincidencia es casi total en política antiterrorista y entre las medidas económicas puestas en marcha hay muchas que encajarían más en un Gobierno liberal que en un socialdemócrata clásico. El jefe del Ejecutivo aseveró, sin embargo, que es mucho lo que les diferencia del primer partido de la oposición. «Nosotros no necesitamos disfraces ni decir cada 'equis' años que somos o vamos al centro», sentenció.
Zapatero -que participó en la clausura del Congreso del Partido Socialista de Navarra que este sábado eligió como nuevo líder a Roberto Jiménez- insistió en que sus «recetas» no son las de la derecha. «Todos los días hablamos de crisis», aseveró. «Mi opinión es que hay algunos que nunca tienen crisis económica y hay bastantes que siempre tienen dificultades. A ésos es a los que va defender este Gobierno con políticas sociales, venga mejor o peor la economía».
El presidente del Gobierno criticó así las propuestas del PP para reducir el gasto público al 2%, y se comprometió a que España se mantenga como «el país que más recursos aporta ante la crisis alimentaria; un país comprometido en el mundo por los 20.000 niños que cada día mueren por desnutrición, que es una vergüenza que no pueden consentir las sociedades desarrolladas».
Referencia mundial
El líder de la formación aseguró que el Congreso del próximo fin de semana tiene importancia por otro motivo. A su juicio, el PSOE es la «esperanza de la mayoría de los partidos socialistas del mundo» y una «referencia en Europa». Se comprometió así a «marcar un rumbo progresista en el mundo». Dijo que es «la alternativa y la única salida al fracaso de las políticas neoconservadoras de derechas», a las que atribuyó la crisis financiera, la guerra de Irak, las dificultades en la lucha contra el cambio climático y la falta de entendimiento entre los pueblos.
En todo caso, se alegró del cambio de actitud del PP tras su congreso. «Yo prefiero que pasemos en tan poco tiempo del 'se rompe España' al 'hay que dialogar con los nacionalistas'. Podremos pensar que les da igual una cosa que otra, eso es lo de menos. Lo importante es que la tesis de la convivencia en la España plural, del respeto a las identidades se defienda por todos», concluyó.