'El Solitario', en Portugal. / AFP
ESPAÑA

La Fiscalía solicita 52 años de prisión para 'El Solitario'

Comienza el primer juicio contra Jaime Giménez Arbe por asesinar a dos guardias civiles en Navarra

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Hoy se sienta en el banquillo Jaime Giménez Arbe, alias 'El Solitario', acusado de los asesinatos de dos guardias civiles en el municipio navarro de Castejón, crímenes que fueron cometidos hace cuatro años. El fiscal pide para Giménez Arbe 52 años y seis meses de cárcel por el asesinato de los guardias civiles Juan Antonio Palmero y José Antonio Vidal, quienes fueron acribillados el día 9 de junio de 2004, así como por los delitos de tenencia ilícita de armas en la modalidad de depósito de armas de guerra y de atentado contra agentes de la autoridad.

En la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Navarra está previsto que declaren 47 testigos y se practiquen 16 pruebas periciales. La instrucción del caso del asesinato a tiros de dos agentes de la Guardia Civil la realizó el Juzgado de Instrucción de Tudela (Navarra), donde se le tomó declaración a Giménez Arbe el pasado mes de enero, gracias a que las autoridades portuguesas entregaron temporalmente al atracador a la justicia española.

Giménez Arbe fue detenido en una operación conjunta de las policías de Portugal y España en julio del pasado año en la localidad lusa de Figueira da Foz, casi 200 kilómetros al norte de Lisboa, cuando preparaba el atraco de un banco de esa localidad.

En su escrito de acusación, el fiscal Javier Muñoz pide 20 años de cárcel por cada uno de los delitos de asesinato cometidos en Castejón, ocho años por el depósito de armas de guerra y cuatro años y medio por el delito de atentado. Además reclama una indemnización de 200.000 euros para cada uno de los padres de los agentes asesinados.

Los hechos juzgados ahora sucedieron el 9 de junio de 2004, cuando Giménez Arbe fue interceptado por agentes de tráfico en la carretera nacional 113, en la que circulaba con un vehículo marca Suzuki. Cuando la patrulla circulaba «a escasa velocidad» a la altura del Suzuki, «sin mediar palabra, de forma sorpresiva y sin posibilidad de defensa», Giménez Arbe disparó a los agentes hasta 21 proyectiles con un arma de guerra -según el relato de la Fiscalía-, lo que provocó la muerte inmediata de los dos guardias civiles.