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«Somos extraordinariamente buenos»

Luis Aragonés ensalza la labor de sus jugadores y considera que «cuando tocamos el balón, rompemos a cualquier rival»

FERNANDO ITURRIBARRIA
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Sufrió durante toda la final, no dejó un segundo de dar órdenes y ánimos a todos sus jugadores y, cuando terminó el encuentro y España tocó el cielo de Viena con su triunfo, pasó a un segundo plano, como si se sintiera incómodo en la celebración. Pero los jugadores no se olvidaron de él. Luis Aragonés ha formado un grupo que ha maravillado en esta Eurocopa, y tras vivir ayer su último partido como seleccionador nacional (se ira al Fenerbahce turco), sus futbolistas quisieron agradecerle su labor y terminaron por mantearle en mitad del Erns Happel, en lo que fue una de las imágenes de la fiesta española.

Después, disfrutó unos minutos de un momento histórico antes de retirarse a los vestuarios para saborear, como él ha recordado durante todo el torneo, la satisfacción del deber cumplido. «Estoy muy feliz, pero no lo exteriorizo porque hemos cumplido con nuestro deber», recalcó una vez más un seleccionador que se deshizo en elogios hacia sus jugadores, a los que siempre ha defendido a muerte pese a las críticas. «Somos un equipo extraordinariamente bueno. Sabemos jugar ante cualquier equipo y, cuando tocamos el balón, podemos romper a cualquier rival», declaró Aragonés.

El camino de Santiago

El seleccionador aseguró ser consciente de lo que supone la victoria de ayer para el fútbol español, huérfano de títulos desde que hace 44 años España ganó la Eurocopa a la URSS con el célebre gol de Marcelino. «Estoy muy contento por los jugadores, por mí, por la afición española. Esto es un hito que al fútbol español le va a dar cosas importantes», aseguró el entrenador que llevó a la gloria a España en el estadio Ernst Happel.

Sobre la motivación y el convencimiento de ganar la final, Aragonés reconoció que «yo tenía fe, en cuanto a los jugadores serán ellos los que deban contestar si tenían fe en la victoria», algo que quedó demostrado con la actitud que mantuvieron a lo largo de los noventa minutos en la final, en la que Alemania se tuvo que rendir ante el buen juego que mostró España una vez más en el Europeo. Sumó el tercer partido consecutivo sin encajar un solo gol (es el equipo que menos tantos ha recibido) y, por supuesto, marcó gracias a un Fernando Torres magistral.

Tras el éxito de ayer, y con el bloque de jugadores que conforman la columna vertebral del equipo, el futuro parece de lo más prometedor, aunque Luis Aragonés no podrá reeditar el éxito de ayer.

La final fue su último encuentro como seleccionador y, tal y como recalcó al término del encuentro, no hay posibilidades de que siga. «No hay posibilidades de continuar porque realmente no he tenido ninguna posibilidad de seguir en el cargo», se encargó de recordar Aragonés, quien ha lamentado que desde la Federación no hicieran algo más para retenerle.

El camino de Santiago

Su futuro está en el fútbol turco, concretamente en el Fenerbahçe, club al que entrenará las dos próximas temporadas (y donde podría coincidir con Dani Güiza). Pero antes de enrolarse en su nueva aventura, el técnico de Hortaleza deberá cumplir una promesa que realizó en un programa de televisión en abril, cuando aseguró que realizaría el camino de Santiago si España ganaba la Eurocopa.

Con su éxito de ayer, el seleccionador ha entrado en la historia de la Eurocopa. Luis Aragonés, con 69 años, se convirtió en el técnico más veterano en disputar una final, y por supuesto, de ganarla (y eso que España es la segunda selección más joven del Europeo por detrás de Rusia). Ha sido el decimotercer entrenador en ganar el torneo continental, y con unos números casi perfectos, ya que España ha ganado todos los partidos, salvo el de Italia, que se solventó desde el punto de penalti, y el equipo ha sido el más goleador y el menos goleado. Con el pichichi Villa y el mejor portero del mundo. Toda una marca.