Imponen seis años de prisión a cuatro marroquíes por un alijo frustrado de hachís
La carga de hachís estaba distribuida en 45 fardos en una lancha neumática Uno de los acusados se autoinculpó para librar al resto, pero el Tribunal no lo creyó
Actualizado:Tan sólo uno de ellos reconoció que había sido contratado para trasladar un cargamento de una tonelada y media de marihuana desde Marruecos a Cádiz y exculpó a los otros tres procesados que viajaban con él en la neumática. Pero el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial no vio creíble y consistente este relato y ha condenado a los cuatro acusados a seis años de prisión y una multa de dos millones de euros. La pena es la misma que solicitó en su día el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, que no modificó cuando el juicio concluyó en el mes de abril.
El alijo que pretendían introducir los procesados, todos ellos de nacionalidad marroquí, estaba distribuido en 45 fardos y fue transportado en la noche del 3 al 4 de octubre del año pasado en una lancha semirrígida, de seis metros de eslora y equipada con un motor fueraborda. La nave fue descubierta por el helicóptero de Vigilancia Aduanera cuando navegaba sin luces a cinco millas del Faro de Chipiona. Cuando una embarcación trata de cruzar el Estrecho a ciegas, sin ningún tipo de iluminación, son rápidamente vinculadas al narcotráfico. De ahí que Vigilancia Aduanera le hiciera un seguimiento con una de sus patrulleras hasta que llegó a la desembocadura del Guadalquivir. Fue abordada por los funcionarios cuando estaba parada junto a las primeras boyas de señalización de entrada del canal del río. Los fardos estaban descubiertos y los cuatro acusados sentados encima de ellos. Según consta en la sentencia, cuando fueron detenidos y su lancha registrada, no presentaron ningún tipo de resistencia ni sorpresa ante la actuación de los agentes. Finalmente, la droga aprehendida, marihuana, pesó 1.586 kilos que en el mercado negro habría alcanzado un valor superior a 1.300.000 euros.
Uno de los condenados, Ahmed Agoulad Yechou, reconoció que le habían encargado el trabajo, que recogió la mercancía cerca de Tánger y que a los otros acusados los subió a la embarcación en otro punto de la costa marroquí. Les descargó de cualquier relación con la droga y aseguró que tenía convenido dejarlos en el lugar donde habían sido detenidos y que él debía proseguir su camino hasta otro sitio de la costa donde iban a ser alijados los fardos.
Estos procesados explicaron que su objetivo la de entrar en el país, como hacen miles de sin papeles. Por el pasaje pagaron, según su testimonio, unos 3.000 euros, y que desconocían qué tipo de carga llevaba la nave. El tribunal considera que esta versión no se sostiene porque los fardos, según explicaron los funcionarios de Vigilancia Aduanera, no iban cubiertos con ningún tipo de lona. En el fallo judicial se afirma que todos los ocupantes de la semirrígida sabían qué tipo de mercancía viajaba con ellos. Además, incide en otro aspecto a partir de anteriores causas también vistas en la Audiencia: «Desgraciadamente la experiencia demuestra que las mafias de inmigración clandestina tratan de rentabilizar al máximo su lucrativa actividad, transportando el mayor número posible de personas para introducirlas en España. Es evidente que la embarcación no tenía más tripulantes ni, por su capacidad, podía albergar más», se destaca en la sentencia.
Los cuatro procesados seguirán cumpliendo sus condenas en prisión, ya que tras ser arrestados fueron enviados a la cárcel como medida cautelar.
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