LUCES Y SOMBRAS

Sueldos congelados

E speranza Aguirre, presidenta de la Comunidad Madrid, acaba de anunciar la congelación de los sueldos de altos cargos de su administración. Casi de inmediato, el Gobierno comunica que adoptará la misma medida porque al parecer las circunstancias económicas por las que atraviesa el país así lo aconsejan. Como todo el mundo sabe a estas alturas, hemos pasado de la fase de desaceleración de la economía a otra que algunos denominan de deterioro del tejido productivo. Ya sólo falta el encuentro con la tercera fase, es decir, con un entorno de crisis económica. De hecho algún responsable público reconoce, sin ambages, que la crisis es una realidad de la que se espera salir en un plazo relativamente corto. Menos mal, nos dicen, que España está mejor preparada mejor que otros países para afrontarla. Pero de momento, el superávit de las cuentas públicas ha experimentado en un tiempo record una reducción del 80%. Otros indicadores económicos nos advierten que la situación es delicada y debe abordarse cuanto antes con la aplicación de las recetas adecuadas.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El anuncio de congelación del sueldo de los altos cargos, en mi opinión, es irritante y tiene mucho de tomadura de pelos. Si de verdad se considera que la congelación está justificada, habrá que pensar a renglón seguido que estás retribuciones, de verdadero privilegio, son tan elevadas que de revisarse al alza, pueden generar tensiones inflacionistas en la economía del país, lo que daría lugar a un escándalo mayúsculo. Como no creo que éste sea el caso, aunque existen sueldos astronómicos a todas luces inmerecidos, tendríamos que pensar que la medida, tiene un carácter ejemplarizante para toda la sociedad y nos anuncia, lo habitual en época de crisis, que se aproxima una nueva congelación del sueldo de los funcionarios y una moderación salarial para los trabajadores por cuenta ajena.

Para quienes a duras penas llegan a fin de mes o para los funcionarios que nunca han podido recuperar su deteriorado poder adquisitivo provocado por las sucesivas congelaciones salariales, la medida que reajusta los emolumentos de los altos cargos no les dice nada. Más bien la ven como una amenaza que se cierne sobre la estabilidad de sus retribuciones.

No, no han estado muy afortunados Esperanza Aguirre y el Gobierno pregonando la aplicación de una medida que es más demagógica que efectiva. Estoy seguro que muchos ciudadanos de encontrarse en la situación de los altos cargos no sólo aceptarían la congelación de sus sueldos sino que además no les importaría que se lo rebajaran un 20 ó 30% por lo menos. Ese tipo de medidas se aplican sin más, faltaría más, todos los españoles somos iguales ante la Ley, pero no hay que darle tres cuartos al pregonero.

La inflación la sufren los que menos tienen. Se conoce por sus efectos y supone el enriquecimiento de los que poseen valores reales y el empobrecimiento de los viven de un sueldo fijo, sobre todo si es pequeño.