PROLIFERACIÓN. El pasado año se produjeron 217 incendios de pastos durante los meses de julio, agosto y septiembre. / J. G.
Jerez

Los incendios de vegetación suponen casi el 30% de las salidas de bomberos en verano

El Consorcio pide a los ciudadanos que extremen las precauciones y mantengan limpios los campos

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Durante la época estival el Cuerpo de Bomberos de Jerez cambia su rutina de trabajo para adaptarse a las situaciones propias del verano. Aunque el número de salidas de los profesionales suele ser el mismo que el del resto del año, unas cinco al día, la naturaleza de las actuaciones sí se modifica sustancialmente, ya que durante los meses de julio, agosto y septiembre la campiña jerezana desafortunadamente sufre continuos incendios de vegetación, que no proliferan en otro tiempo.

En concreto, casi el 30% de las intervenciones están relacionadas con este tipo de sucesos, dada la cantidad de pastos, fincas y cosechas con las que cuenta el término municipal más amplio de Andalucía. El año pasado, fueron 217 incendios de estas características los que se registraron en la zona, y las previsiones apuntan a que en el presente verano la estadística será muy similar. Los datos sitúan a Jerez, de hecho, por encima de la media provincial, cifrada en 1.056 incendios de vegetación, lo que supone casi el 22% de las salidas.

En otras ciudades como Cádiz los actuaciones relativas a apertura de puertas se sitúan a la cabeza por encima de otras intervenciones, mientras que en El Puerto y Algeciras lo referente a los pastos sí es mayoritario, aunque en un 18% y casi el 23%, respectivamente. El resto del año, sin embargo, este tipo de sucesos pasa a un segundo plano y son los incendios en la vía pública, en el caso de Jerez, los que copan la mayor parte de las tareas de los funcionarios.

La jefa de la campiña del Consorcio de Bomberos, María Jesús Palacios, explicó a LA VOZ cómo se desarrolla esta tendencia y las causas que la provocan, determinadas en gran medida por la climatología. «Jerez es una ciudad con muchas intervenciones. En invierno hay más incendios de viviendas por el tema de las estufas y menos de pastos porque la vegetación está húmeda, pero en verano ocurre lo contrario. La población desciende, pero la vegetación está mucho más seca. Hay vegetaciones muy altas y a ello debemos sumarle el calor, por lo que entre las 12.00 y las 18.00 horas es cuando más suceden estas cosas. Además, el levante que es más cálido supone un mayor riesgo que cuando hay poniente».

La mano del hombre

No obstante, no todo hay que achacarlo a los rigores del verano. La gran mayoría de las veces la mano del hombre se esconde tras estos incidentes, muchos de ellos fortuitos. Por eso, a pesar de que las administraciones en los últimos años han endurecido las medidas con órdenes restrictivas acerca de barbacoas en pastos y parques periurbanos, lo cierto es que la prevención ciudadana es fundamental para frenar este tipo de incendios que tanto daño causan en el medio ambiente y el paisaje del municipio.

«Todo ciudadano -recuerda Palacios- ha de ser consciente de que tiene que dejar el campo en el mismo estado en el que se lo encontró. Los residuos pueden ser foco de un incendio, que en su mayoría están motivados por un descuido humano, ya que es muy difícil que se alcancen temperaturas tan altas como para producir la autocombustión de un matorral. Hay una fuente de ignición con la que empieza la primera chispa, y eso está producido por alguien».

Una de las premisas fundamentales es mantener limpio el terreno, tanto por parte de quien lo utilice como de los propietarios de cosechas o fincas. Los residuos de plástico son especialmente peligrosos, y es primordial contar con unos buenos cortafuegos que delimiten de una manera correcta el recinto, evitando su excesiva proximidad con otros. De esta forma, si se produce un incendio estará perfectamente localizado y su extinción resultará mucho más fácil.

Se trata de intervenciones en algunos casos complicadas, aunque la experta confirma que gran parte de las salidas de bomberos corresponden a actuaciones menores, y sólo tres a lo largo del mes pueden considerarse de gravedad. Curiosamente, en verano también se están sucediendo numerosos incidentes relacionados con la apertura de puertas, muchos de los cuales están motivados por que alguien ha olvidado las llaves en el interior de la vivienda. En una mañana las actuaciones en este sentido se cifran incluso en siete en toda la zona, que no obstante terminan sin mayores consecuencias.

No hay que olvidar que los bomberos no sólo se limitan a sofocar incendios, sino que intervienen en una gran cantidad de pequeños sucesos como riesgo de caída de cornisas, rescate de algún animal o accidentes provocados por el viento. Una gran variedad de situaciones que contribuirán a que a los profesionales no les falte trabajo durante estos días, aunque habrá que esperar que la concienciación cunda entre la población y los incendios puedan ser evitados en la medida de lo posible.

admontalvo@lavozdigital.es