Tres personas mueren tras caer su avioneta en Mallorca

Dos hombres y una mujer que viajaban a bordo de una avioneta perdieron la vida ayer cuando el aparato en el que sobrevolaban las Islas Baleares se estrelló contra una caseta de labranza en las inmediaciones de la localidad mallorquina de Sa Pobla. La aeronave, que había despegado poco antes del mediodía del aeródromo de Son Bonet, participaba en un rally aéreo que se dirigía al aeropuerto de San Luis, en Menorca.

Por razones que aún se desconocen, la avioneta se precipitó contra el suelo poco antes de las doce y media del mediodía, según informó la entidad Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Algunas fuentes apuntan que uno de los fallecidos es el jefe de la torre de control del aeródromo de Sabadell, Esteban Linares.

Junto a él habrían perecido su esposa y el propietario de la avioneta, una Cessna 172 con matrícula EC-IRP, llamado Ventura. Éste es el sexto accidente aéreo en lo que va de año. Tales siniestros se han cobrado la vida de doce personas, las mismas que perecieron el año pasado en accidentes semejantes.

Los equipos de auxilio y los bomberos que acudieron al lugar de los hechos hallaron los cuerpos de los tres tripulantes de la avioneta completamente calcinados. El aparato cayó sobre una finca cercana a la localidad mallorquina de Sa Pobla y fue a estamparse se contra una caseta con aperos de labranza. Los bomberos, los efectivos de la Policía Local y de varias ambulancias del 061 dotadas de UVI móvil llegaron enseguida al lugar del siniestro, aunque no pudieron hacer nada por las víctimas. El juez procedió al levantamiento de los cadáveres a primera hora de la tarde.

Carbonizados

El aparato volaba con dirección a Menorca. Llevaba poco más de quince minutos en el aire cuando se precipitó al suelo sobre la finca Talapí. El fuego que se declaró tras la colisión carbonizó los restos de los tres tripulantes y redujo a un amasijo la caseta de labranza. Parte de la avioneta quedó sobre la copa de una higuera.

Durante el día de ayer no se informó de las posibles causas del siniestro, que tendrá que ser estudiado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC). Después del traslado de los cuerpos, se levantó el cordón de seguridad de la zona, donde sólo se quedaron dos agentes de la Guardia Civil que permanecerán hasta hoy en el lugar.