España quiere el trofeo. / EFE
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El día más esperado

La selección disputa ante Alemania su tercera final en una Eurocopa, el escaparate perfecto para situar a España entre los grandes del fútbol mundial

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Ha llegado por fin el día más esperado. Nada menos que 24 años han tenido que aguardar los aficionados para volver a ver a España en el selecto club de los más grandes del Viejo Continente. La selección saltará esta noche (20,45 horas, Cuatro) al césped del Ernst Happel de Viena para disputar la tercera final de una Eurocopa en toda su historia. Enfrente tendrá a Alemania, un rival poderoso y experimentado con varios títulos a sus espaldas que suple con fuerza física y velocidad sus carencias en la circulación de balón. Los hombres de Luis Aragonés quieren emular a los héroes de 1964 -el único trofeo en las vitrinas de la 'roja' con el legendario gol de Marcelino ante la Unión Soviética en el Santiago Bernabéu- y honrar a los finalistas de París, que se quedaron con la miel en los labios al caer ante Francia, la anfitriona.

Qué lejanas son aquellas fechas para los que tuvieron la oportunidad de vivir uno de los dos acontecimientos. Pero hay generaciones que nunca han podido experimentar esas sensaciones y que hoy podrán hacerlo en vivo o por televisión. La ilusión ha calado tanto en el país que serán miles los seguidores que viajen un solo día a la capital austriaca para estar cerca de los suyos. La ocasión lo merece porque, aunque el esfuerzo físico y económico es enorme, será un partido que recordarán para siempre. La carga emotiva en los penaltis contra Italia fue muy intensa, al igual que en el primer gol de la semifinal contra Rusia, pero una final es un evento incomparable. Viena se convierte hoy en un escenario mundial del fútbol y, por fin, uno de sus actores es España.

La selección está de moda tras su exhibición de la segunda parte ante el equipo de Guus Hiddink y, aunque Alemania tiene más tablas en encuentros a vida o muerte, la Prensa internacional le da como favorita. Los cronistas extranjeros que siguen a la 'roja' coinciden en que el centro del campo formado por Senna, Xavi, Iniesta, Silva y Cesc simboliza el fútbol en estado puro, sin conservantes ni colorantes. Es el juego por naturaleza, un oasis de diversión y espectáculo en una Eurocopa táctica hasta la saciedad que sin embargo ha premiado un modelo arriesgado y único. España gustó tanto ante los rusos que los austriacos estarán con ella esta noche para que dé el paso definitivo y venza a sus vecinos alemanes. Ya se sabe que entre vecinos...

En realidad la selección no tiene nada que perder. Pase lo que pase el éxito está garantizado y, por historia, son los germanos los que están obligados a ganar. Pero caer en la final dejaría entre los futbolistas y los aficionados una sensación agridulce, una mezcla de alegría por lo conseguido y de tristeza por sólo haber rozado el cielo, pero sin poder tocarlo del todo. Hay combinados nacionales acostumbrados a estar de forma cíclica en las grandes citas pero, por desgracia, España no está en ese grupo y tiene que aprovechar una oportunidad única como la de esta noche. Sería la despedida soñada por Luis Aragonés, un técnico poco dado a las euforias que saldría por la puerta grande si sus futbolistas dan el do de pecho y logran algo impensable hace unas semanas.

En el partido con mayúsculas de esta Eurocopa chocarán dos estilos opuestos y claramente definidos. El de la 'roja', que intentará de nuevo mimar la pelota para manejar el 'tempo' del encuentro y desgastar a su rival, y el de Alemania, sustentado en un poderío físico descomunal, en el carisma de Ballack, que tiene unas molestias en los gemelos que amenazan seriamente su participación, y en la velocidad endiablada de Podolski. Salvo sorpresa de última hora, el de Hortaleza alineará a su equipo ideal con el único cambio de Cesc por el lesionado Villa. Recupera por tanto el esquema de un solo delantero, Fernando Torres, con el que arrolló a Rusia a lo 'dream team' gracias a una actuación memorable de la estrella del Arsenal y del resto de jugadores.

Siempre que hay un partido con los germanos como protagonistas viene a la memoria la ya célebre frase acuñada por Gary Lineker: «El fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania». Es decir, que compite siempre con los dientes apretados y vence con poca cosa. Pero algo ha visto el delantero inglés en la 'roja' porque considera que la Eurocopa de Austria puede dar la vuelta a su afirmación. De hecho, no duda en asegurar que España es la clara favorita. La Historia espera a la selección a la vuelta de la esquina. Sólo queda un paso para alcanzarla.