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Fernández de la Vega y Sebastián, ayer, después del Consejo de Ministros. /EFE
ESPAÑA

'La Roja' gana a Ibarretxe

De la Vega resalta que la selección de fútbol se ha convertido en un «símbolo de la identidad y de los valores de un país»

S. O.
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Juan José Ibarretxe no pudo con la furia de 'La Roja'. El Gobierno estaba ayer con la resaca del éxito de España frente a Rusia en la Eurocopa y ni el desafío al Estado o el ataque a la Constitución del 'lehendakari' le amargaron la fiesta. «Dimos un ejemplo», resaltó José Luis Rodríguez Zapatero, que en Zaragoza se aventuró a hacer un triunfal pronóstico sobre la final con Alemania: 3-1.

La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, estaba exultante y sus primeras palabras en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros fueron para felicitar a la escuadra española y desearle «mucha suerte» el próximo domingo. Llevada todavía por la emoción que vivió el jueves en Viena junto a los Príncipes de Asturias -«fue estupendo, qué bonito», repetía sin cesar-, se puso solemne y explicó que, a veces, el fútbol «es más que un deporte y se convierte en un símbolo de la identidad y los valores de un país».

Zapatero también presumió del resultado como si fuera el seleccionador, y eso que sólo vio la primera parte del partido, en la que no hubo goles. A su llegada a Zaragoza, donde se reunió con el primer ministro francés, sólo quiso hablar de fútbol, nada de Ibarretxe. «Es una magnífica generación de deportistas y futbolistas», dijo, y, al igual que la vicepresidenta, exaltó «la imagen» de España que dieron los jugadores y «la humildad» con la que saborearon su triunfo.

De la Vega no verá en Viena la final. Será Rodríguez Zapatero quien acompañe a los Reyes en el palco. Pero ayer la vicepresidenta no tuvo otro tema de conversación y auguró el éxito en la final con la misma convicción con la que prometió el inmediato final del proyecto de Ibarretxe.

Muy diferente se vivió el 'día después' en el Parlamento vasco, donde, ahí sí, el tema fue el proyecto del 'lehendakari'. Sólo algunos diputados socialistas lucieron vistosas corbatas rojas en homenaje al victorioso 'once' español.