Mala corrida de Victorino y una oreja para El Cid en la primera de Feria de Algeciras
Una corrida inservible a todos los niveles de Victorino Martín inauguró ayer la Feria Real de Algeciras, festejo en el que, no obstante, El Cid cortó una oreja a un toro que marcó la excepción en la tarde.
Actualizado:Los toros de Victorino Martín estuvieron justos de presencia, bajos de raza y deslucidos en extremo a excepción del tercero.
Pepín Liria se llevó una ovación en cada uno de sus toros. Antonio Ferrera saldó su tarde con una ovación y con silencio tras un aviso. Por último, Manuel Jesús El Cid cortó la única oreja de la tarde en su primero y, tras seis descabellos, cerró la tarde con silencio tras un aviso. En cuadrillas, José Manuel Fernández Alcalareño hijo saludó tras banderillear al tercero.
La plaza tuvo media entrada, con lleno en sombra, en tarde espléndida.
Hacía 21 años que no lidiaba sus toros Victorino Martín en la plaza de Algeciras . Esta feria era uno de los principales atractivos. Y vaya petardo. Sorprende que ni siquiera se esmeró en seleccionar un encierro con la mínima presencia, sin exagerar, pero toros dignos para plaza de segunda como es Las Palomas. Eso cuando menos.
Para colmo la corrida no tuvo contenido alguno. Se salvó el tercero, que también fue sólo toro a medias, nada más, pues embistió únicamente de verdad por el pitón izquierdo.
No es de recibo que Victorino se las gaste así de vez en cuando en las plazas que llaman de provincias cuando la plaza de Algeciras , su feria, es una de las que más peso específico tienen en Andalucía, y naturalmente también en el panorama nacional.
Porque, hay que recalcar de una vez, la corrida que lidió ayer Victorino Martín en Algeciras hubiera sido el año pasado perfectamente una novillada de deshecho de tienta y defectuosa.
Este traspiés de Victorino es mayor por la falta de raza en los toros. Una corrida insulsa en la que los seis -también el menos malo que hizo tercero-, terminaron viniéndose abajo o se negaron desde el principio.
El pundonoroso Pepín Liria, que decía adiós a Algeciras, no pudo festejar su despedida como hubiera querido. Otro tanto hay que decir de Ferrera. El Cid se tropezó con el único toro que se dejó, el tercero, al que toreó por abajo y con arte sobre la mano izquierda. Tiró bien del toro, con despaciosidad.