«Tuve miedo por mis nietos»
Los vecinos de la calle Torre, número 49; Isabel la Católica, 17; y Calderón de la Barca, 8; confiesan que se despertaron «alertados por el olor a quemado»
Actualizado: GuardarLos tres incendios provocados en la madrugada del jueves en el entorno de la plaza de Mina sembraron el pánico entre esta parte del vecindario del casco histórico. Fue una noche de pesadillas y de nervios a flor de piel.
TORRE, 49
«Se querían tirar de los balcones»
Sentado a la entrada de su vivienda, calle Torre, número 53, Emilio Florido aún se recuperaba del susto vivido horas antes con el incendio provocado en el número 49 de esta vía. «Me enteré por los gritos de la gente y el olor a quemado. Tuve miedo porque mis nietos estaban pasando la noche con nosotros», explicaba al tiempo que Francisca Sánchez, su mujer, recordaba que cuando salió a la calle observó cómo los afectados «se agolpaban en los balcones con la intención de tirarse». «Esperanza (una vecina de la finca afectada) había tirado un colchón a la calle para saltar ante la amenaza de las llamas. La imagen me recordó a las torres gemelas. Menos mal que los bomberos llegaron rápido», relata al borde del llanto.
En el Café-Bar El Submarinista, el incendio también era el tema de conversación el día de ayer. Manuel Ruiz, se asomaba para observar la finca precintada. «Me he enterado esta mañana cuando he llegado. Me asusté porque había varios coches de policía», explica mientras apura un vaso de cerveza.
ISABEL LA CATÓLICA, 17
«Han quemado el cochecito de mi hijo»
Menos peligroso resultó el incendio de la calle Isabel la Católica, número 17. Una finca en la que ya se han producido varios sucesos similares debido a que «en los bajos se encuentra la sede de Falange», según los residentes. En esta ocasión un cochecito de niño que estaba en el patio fue pasto de las llamas. «Me desperté al escuchar a la vecina gritar. El cochecito estaba ardiendo y mi madre con otro vecino consiguieron apagar las llamas con cubos de agua. Cuando llegaron los bomberos estaba controlado, lo malo ha sido el susto y que mi hijo se ha quedado sin coche», lamenta Inma Morales.
Noemi Mera Morán, la vecina del bajo, confiesa que al patio accede cualquiera debido a la falta de cerradura. «Estamos acostumbrados a las pintadas contra Falange, en alguna ocasión han quemado los contenedores de la entrada y la puerta amanece llena de huevos», comenta.
CALDERÓN DE LA BARCA, 8
«No nos hemos enterado de nada»
Un concesionario de reparación de televisiones (Servicio Oficial Philips) fue el blanco del tercer incendio. La fachada del local, ubicado en el bajo, quedó totalmente quemada, pero la rápida intervención de los bomberos evitó que los vecinos tuviesen que desalojar el inmueble. Muchos, como Alberto Corchado y María Sevilla, admitían no haberse enterado del suceso hasta que bajaron a comprar el periódico ayer. La vecina del segundo se despertó por el olor a quemado y siguió de cerca la actuación de los bomberos desde su balcón. «Menos mal que el local lleva cerrado varios meses porque de haber habido electrodomésticos las deflagraciones habrían causado más daños en el inmueble y por ende mayor peligro para los residentes», comenta la joven.