Alberto Ruiz de Azúa. / EFE
ESPAÑA

Un alcalde del PNV equipara a las víctimas con los etarras muertos

El primer edil de Arrigorriaga se niega a retirar el nombre de una plaza dedicada al terrorista 'Argala'

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Alberto Ruiz de Azúa, alcalde del PNV del municipio vizcaíno de Arrigorriaga, equiparó ayer a las víctimas del terrorismo con los etarras muertos. Defendió que, en todo caso, si hay que cambiar los nombres de las calles y plazas del País Vasco que homenajean a miembros de ETA «porque atentan a la dignidad de las víctimas» habría que denominar a esos espacios «de todas las víctimas, tanto de un lado como de otro».

Ruiz de Azúa compareció ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao, Carmen Belén Mendoza, para explicar por qué su ayuntamiento no ha retirado el nombre de una plaza en honor al miembro de ETA José Miguel Beñarán, 'Argala'. Fue interrogado en la capital vizcaína por exhorto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que instruye una causa en la que investiga si es delito mantener ese tipo de homenajes a la memoria de etarras fallecidos en numerosos espacios públicos del País Vasco.

El alcalde de Arrigorriaga, al que la asociación Dignidad y Justicia acusa de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, propuso que todos los ayuntamientos que honran a los etarras en sus calles hagan una «reflexión en el ámbito de la reconciliación» y consideren si es apropiado mantener estas denominaciones que se decidieron «hace 30 años en un contexto muy determinado». Pero insistió en que él, cuando habla de víctimas, se «refiere a absolutamente a todas, tanto de un lado como de otro». El alcalde reiteró que le parece justo mantener el nombre de 'Argala' porque este etarra, al que se acusa de haber participado en el atentado contra Carrero Blanco, fue asesinado en 1978 con una bomba lapa en su vehículo que reivindicó el ultraderechista Batallón Vasco Español. Además, recordó, nunca ha conocido una sentencia que condenara a Beñarán por pertenencia a banda armada.

Explicó que la decisión de poner el nombre del miembro de ETA a la antigua plaza de España se adoptó en noviembre de 1979, cuando el actual alcalde sólo tenía 18 años. Por aquel entonces, señaló, el pleno del consistorio aprobó cambiar otras muchas denominaciones con sesgo franquista por personajes del pueblo que no tenían ninguna relación con ETA y otros que eran militantes de la banda terrorista.