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Las ventas de viviendas a británicos en el litoral gaditano caen un 50%
La depreciación de la libra frente al euro y los casos de corrupción urbanística en la provincia frenan la inversión inglesa, que cambia la costa por Rumanía y Bulgaria
Actualizado: GuardarNo había hecho nada más que despegar y ya ha pinchado. El turismo residencial gaditano ha echado el freno y el primer síntoma es la fuga de los inversores británicos que elegían Cádiz para comprar una segunda vivienda. Este segmento ha caído un 50%, según las estimaciones de varias inmobiliarias consultadas por este periódico. Entre ellas, dos de las principales empresas que operan con turistas ingleses en la gestión de sus viviendas: Costa de la Luz Homes, con sede en Chiclana y Mercers Limited, con oficinas en Vejer y Jerez.
Ambas firmas coinciden en que el turista británico ha dejado de interesarse por el mercado español de segunda residencia, una tendencia que comenzó en 2006 y que no parece recuperarse. Las causas tienen su origen en la subida de tipos de interés y la depreciación de la libra esterlina frente al euro (en torno al 15% en los últimos diez meses). La coyuntura económica unida a la mala imagen de la corrupción urbanística ha aumentado la incertidumbre entre los posibles compradores extranjeros, que prefieren destinos más seguros y baratos en países emergentes como Bulgaria o Rumanía.
Y para muestra un botón: «Las citas para visitar casas han descendido un 80% en 2008», se lamenta Royd Russell, propietario de Costa de la Luz Homes. El perfil del inversor británico ha cambiado, los de alto poder adquisitivo se decantan por zonas seguras para comprar y los que se interesan por la costa gaditana lo hace con un presupuesto muy limitado, «buscan gangas», recalca el empresario.
La estrepitosa subida de precios ha provocado también la ralentización de ventas, ya de por sí afectadas por la crisis financiera y el bajo índice de ahorro de los consumidores. Según los datos publicados ayer por el portal inmobiliario elidealista.com, Cádiz fue la capital que registró los precios más caros de toda la Comunidad, al situarse en 3,174 euros el metro cuadrado y por municipios, Chiclana se lleva la palma con con los 2.407 euros a los que se despacha el metro.
Paralización
Para Royd Russell el negocio del turismo residencial tendrá que esperar tiempos mejores, «al menos hasta que se normalice la situación de crisis», asegura y la pérdida del inversor británico es un duro revés al sector, sobre todo en las zonas costeras.
Entre los destinos preferidos por los ingleses en la provincia se encuentran Chiclana, Conil y Tarifa, pero el aumento de precios ha propiciado una apertura de la oferta y la inversión se ha orientado hacia la segunda línea de playa en localidades de La Janda y la sierra gaditana. Por lo pronto, la inmobiliaria Mercers Limited, que dirige Cris Mercers, ha dejado de ofertar en las localidades de playa. «El turista británico es distinto al español y no pasa un mes entero bajando a la playa todos los días, busca nuevas actividades y otros estímulos, eso lo hemos tenido en cuenta en nuestra empresa», asegura Nicole, una de las empleadas de la oficina de Jerez. Ésa ha sido una posible salida a la inestabilidad de la costa ante las irregularidades urbanísticas y el tira y afloja de ordenanzas municipales y planes urbanísticos.
Dura coyuntura
Los ciudadanos ingleses copan un 60% de la inversión extranjera en Cádiz, según indica el secretario general de Promotur, la patronal de turismo residencial, Ángel Salazar. En este sentido, el empresario prefiere ser cauto y confía en que a final de año cambie la coyuntura económica y se empiece a hablar de recuperación.
«La reducción de la inversión extranjera comenzó antes y se ha amortiguado con la demanda nacional, pero ésta también ha sufrido un parón», insiste Salazar, que considera necesario un reflote de este segmento. Según la consultora Savills, que cuenta en Londres con 200 oficinas, los británicos venían comprando unas 20.000 viviendas en España cada año, fundamentalmente en la zona de Levante la Costa del Sol y Cádiz y Almería, ese índice se redujo a 10.000 en 2007 y la cifra sigue bajando. En el último año la inversión extranjera en bienes e inmuebles en España se situó en torno a los 340 millones de euros a finales del año pasado, frente a los más de 470 con los que cerró 2006.
Frente a estos datos, el responsable de Promotur sitúa una posible solución en otros segmentos asociados a la compra venta de inmuebles como son el turismo de salud y de golf. «El sol y playa sigue siendo el principal reclamo, pero ya está saturado, hay que buscar nuevas salidas y se está potenciando enormemente la oferta de balnearios y actividades al aire libre en la provincia gaditana y el levante almeriense», añade Salazar.
El segmento del golf es otra cosa y en Andalucía su desarrollo ha sido muy particular. A pesar de tener unas condiciones excelentes de clima y espacio verde para la construcción de campos de golf, el atasco administrativo de la norma generó durante años la paralización de decenas de promociones de viviendas ligadas a un campo de golf. Tras la aprobación del decreto la pasada primavera, que ha limitado enormemente la oferta inmobiliaria, los empresarios del sector ven con pesimismo lo que podría ser una oferta excelente para impulsar el sector turístico en la comunidad.