ENORME. El barco supera en altura al edificio de Comes y es el de mayor capacidad para el pasaje que ha atracado en Cádiz. / O. CHAMORRO
Turismo

Un titán se asoma a Cádiz

El 'Independence of the seas' trae a la ciudad a 3.634 turistas Diez autobuses parten para Sevilla y tres para Jerez, con unos 600 viajeros

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A las nueve de la mañana de ayer, el práctico del puerto de Cádiz, Luis Domínguez, dirigió una complicada maniobra: la aproximación y atraque de uno de los tres cruceros con mayor capacidad del mundo, el Independence of the Seas. En esta primera escala que hace el crucero en Cádiz dejó a 3.634 turistas. El recibimiento, el de siempre. Sólo la firma Baleares Consignatarios, que opera con los cruceristas desde el interior del barco, contrató 30 autobuses, de los que 17 hicieron diferentes rutas por la ciudad, tres realizaron el circuito Jerez y caballos y otros diez se marcharon directamente a Sevilla. Así, un total de 600 viajeros abandonaron Cádiz en pro de una visita atractiva. Otros muchos decidieron utilizar los autobuses turísticos de la ciudad, que estuvieron atestados hasta las doce del mediodía. Pocos, debido a la edad del pasaje se atrevieron a recorrer las calles de la capital por su cuenta, aunque se notó la llegada de este gran pasaje, compuesto, sobre todo, por británicos.

Esta práctica de las excursiones tiene su explicación en una forma muy económica de vender pasajes, «cuando una firma comercializa un crucero por unos 600 euros tiene que intentar vender paquetes de excursiones y otras actividades para rentabilizar el viaje», explicó la directora de Baleares Consignatarios, Gema Rosso.

Como ocurre cuando hay grandes desembarcos de este tipo, la ciudad -que dio convenientemente su recibimiento al capitán- no desarrolló ningún dispositivo especial de información ni captó la atención de los turistas de una forma llamativa. Afortunadamente para la capital, desde la planta número 13, donde están las piscinas y hamacas, a más de 50 metros de altura, el efecto visual que causa un gran barco atracado frente a la catedral es tan potente que poco hubo que explicar para que gran parte del pasaje abandonase por unas horas el lujo de la embarcación.

Lujos al detalle

El gran buque cuenta con 60 metros de altura del , más alto que el edificio de Comes que dejó a estribor, pertenece a la compañía Royal Caribbean International -consignado por Cadiship-, y realiza un recorrido por el Meditárraneo. Con sus cerca de 160.000 toneladas de Registro Bruto, el Independence of the Seas es, junto a sus gemelos Liberty of the Seas y Freedom of the Seas, uno de los tres buques de pasajeros más grande del mundo. Tiene 339 metros de eslora, 38,6 metros de manga y 8,5 metros de calado.

Pero, mejor que las medidas para ilustrar las comodidades que ofrece este tipo de viaje es fácil que sirva la siguiente enumeración de servicios e instalaciones sorprendentes que ofrece el Independence of the Seas: un teatro con un aforo de 1.600 personas, mayor que el del Gran Teatro Falla; una pista de patinaje sobre hielo; un simulador de olas para hacer surf a bordo; una calle comercial con tiendas de diseño, cafés y bares; un enorme comedor con una grandiosa lámpara de araña al estilo Titanic; un par de jacuzzis con vistas al mar; un casino; varias salas de fiestas y un largo etcétera.

Con motivo de su primera escala en el Puerto de Cádiz y como suele ser habitual en estas ocasiones, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, el Ayuntamiento y la Corporación de Prácticos entregaron al capitán del buque unas placas conmemorativas de esta primera visita.

Los remolcadores salieron a recibirlo para darle la bienvenida con toques de sirena y con chorros de agua. Afortunadamente, en esta ocasión no nos han dicho que les desagradaba el tiempo, ya que algunos capitanes deciden volverse cuando hace mucho viento, que es uno de los grandes inconvenientes que tiene este puerto», explicó el práctico de Cádiz, Rafael Ponce. Otras embarcaciones de mayor tamaño, aunque por pocos metros de diferencia, como el Queen Mary, aunque con mayor envergadura

El barco, procedente de Cagliari partió a las seis de la tarde con destino a Lisboa, desde donde partirá hacia Vigo, para luego volver a hasta Southampton. En total, 14 días de crucero por los que los viajeros han pagado un pasaje que oscila entre los 600 y los 1.800 euros. A las nueve de la mañana de ayer, el práctico del puerto de Cádiz, Luis Domínguez, dirigió una complicada maniobra: la aproximación y atraque de uno de los tres cruceros con mayor capacidad del mundo, el Independence of the Seas. En esta primera escala, el grandioso crucero dejó en Cádiz a más de 5.000 personas: 3.634 turistas y 1.400 miembros de la tripulación.

El recibimiento, el de siempre. Sólo la firma Baleares Consignatarios, que opera con los cruceristas desde el interior del barco, contrató 30 autobuses, de los que 17 hicieron diferentes rutas por la ciudad, tres realizaron el circuito Jerez y caballos, y otros diez se marcharon directamente a Sevilla. Así, un total de 600 viajeros abandonaron Cádiz en pro de una visita más atractiva. Pero, otros muchos decidieron utilizar los autobuses turísticos de la ciudad, que estuvieron atestados hasta las doce del mediodía. Pocos, debido a la edad del pasaje, se atrevieron a recorrer las calles de la capital por su cuenta, aunque se notó la llegada de este gran grupo de turistas, compuesto, sobre todo británicos, deambulando por las calles de la capital.

La práctica de las excursiones tiene su explicación en una forma muy económica de vender pasajes, «cuando una firma comercializa un crucero por unos 600 euros tiene que intentar vender paquetes de excursiones y otras actividades para rentabilizar el viaje», explicó la delegada en Andalucía del grupo Baleares Consignatarios, Gema Rosso.

Como ocurre cuando hay grandes desembarcos de este tipo, la ciudad -que dio convenientemente su recibimiento al capitán- no desarrolló ningún dispositivo especial de información ni captó la atención de los turistas de una forma llamativa. Afortunadamente para la capital, desde la planta número 13 -de las 14 que tiene la embarcación-, donde están las piscinas y hamacas, a más de 50 metros de altura, el efecto visual que causa un gran barco atracado frente a la catedral es tan potente que poco hubo que explicar para que buena parte del pasaje abandonase por unas horas el lujo del barco y recorriese Cádiz.

El gran buque cuenta con 60 metros de altura -más alto que el edificio de Comes que dejó a estribor- pertenece a la compañía Royal Caribbean International -consignado por Cadiship-, y realiza un recorrido por el Meditárraneo. Con sus cerca de 160.000 toneladas de Registro Bruto, el Independence of the Seas es, junto a sus gemelos Liberty of the Seas y Freedom of the Seas, uno de los tres buques de pasajeros más grande del mundo. Tiene 339 metros de eslora, 38,6 metros de manga y 8,5 metros de calado.

Pero, mejor que las medidas para ilustrar las comodidades que ofrece este tipo de viaje es fácil que sirva la siguiente enumeración de servicios e instalaciones sorprendentes que ofrece el Independence of the Seas: un teatro con un aforo de 1.600 personas, mayor que el del Gran Teatro Falla; una pista de patinaje sobre hielo; un simulador de olas para hacer surf a bordo; una calle comercial con tiendas de diseño, cafés y bares; un enorme comedor con una grandiosa lámpara de araña al estilo Titanic; un par de jacuzzis con vistas al mar; un casino; varias salas de fiestas y un largo etcétera.

Con motivo de su primera escala en el Puerto de Cádiz y como suele ser habitual en estas ocasiones, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, el Ayuntamiento y la Corporación de Prácticos entregaron al capitán del buque unas placas conmemorativas de esta primera visita.

Cómo atracar

Los remolcadores salieron a recibirlo para darle la bienvenida con toques de sirena y con chorros de agua. Afortunadamente, en esta ocasión no nos han dicho que les desagradaba el tiempo, ya que algunos capitanes deciden volverse cuando hace mucho viento, que es uno de los grandes inconvenientes que tiene este puerto», explicó el práctico de Cádiz, Rafael Ponce. Otras embarcaciones de mayor tamaño, aunque por pocos metros de diferencia, como el Queen Mary, no tienen tanta capacidad para el pasaje, «y son mucho menos ágiles para maniobrar y adaptarse a este muelle», explicó Ponce. «Afortunadamente, esta embarcación está muy bien dotada para atracar en el puerto de Cádiz. Es un barco muy urbano», concretó Domínguez.

El crucero, procedente de Cagliari (Cerdeña, Italia) partió a las seis de la tarde con destino a Lisboa, desde donde partirá hacia Vigo, para luego volver hasta Southampton, al sur de Reino Unido. En total, 14 días de crucero por los que los viajeros han pagado un pasaje que oscila entre los 600 y los 1.800 euros.

mmorales@lavozdigital.es