Medio centenar de jóvenes tiene atemorizados a los vecinos de Las Flores

Desde hace varios meses, los vecinos de la barriada de Las Flores aseguran no poder más. Los actos vandálicos en la zona, los robos y los trapicheos de droga se han incrementado de forma notable desde que «un grupo de uno 50 ó 60 jóvenes han tomado literalmente el barrio». Su presencia, en las proximidades del parque de Las Flores -junto a la avenida Camino de Espera-, ha generado que «a partir de las seis o siete de la tarde muchos vecinos intentemos evitar pasar por esa parte de la barriada para no tener problemas», como explicó a este medio uno de los residentes en San Jerónimo-Las Flores, que, como la mayoría de los habitantes de esta zona, prefiere tratar este asunto desde el anonimato.

Y es que «nos tienen atemorizados. Ha habido ya muchos insultos, amenazas y en cualquier momento la situación puede llegar a desbordarse. Hay vecinos que insisten en no poder más y nos preocupa que se produzca un enfrentamiento directo», recalcan desde este barrio. Según cuentan los afectados, dentro de esta pandilla «hay desde menores de edad de unos 14 ó 15 años hasta jóvenes de entre 18 y 20 años. Los más mayores llegan en sus coches, los colocan de cualquier forma en medio de la calle y hacen imposible el transito de vehículos por esta vía». Hasta altas horas de la madrugada la escena se repite una y otra vez, algo que «se hace más insostenible los fines de semana».

Los residentes en esta vieja barriada inciden en que «hemos llamado a la Policía en muchas ocasiones, pero no suelen venir. Sabemos que faltan efectivos pero nosotros nos sentimos inseguros». Es más, desde la zona afirman tajantemente que «hemos remitido varios escritos al delegado de Seguridad, Juan Manuel García Bermúdez, para alertarle del problema y nos nos ha servido de nada». Por ello, comienzan a desesperarse.

«Esto es un problemón», repiten una y otra vez desde Las Flores. «Estos chavales han llegado a usar pistolas de plomillo contra los vecinos. Por suerte no ha habido daños personales, pero los destrozos en el mobiliario urbano y en algunos coches es más que evidente», sentencian con indignación contenida.

El centro de operaciones de esta banda «se sitúa en una vivienda que ha quedado abandonada. Allí ya se ha producido algún que otro incendio», continúan explicando los vecinos a este medio.

Además de todo ello, otro de los problemas que padecen estos jerezanos es «el riesgo que supone el paso de vehículos a más de 140 kilómetros por hora por la avenida Camino de Espera. Se piensan que la calle es suya y no respetan ni señales de tráfico ni nada».

Una situación que esperan que llegue a su fin «lo antes posible» porque «cualquier día un vecino va a hacer una barbaridad».

braguilar@lavozdigital.es