La candidatura de Nadal a su primer Wimbledon cobra fuerza

El tenista balear Rafael Nadal sumó ayer sus primeros tantos para conquistar su primer Wimbledon. Frente al alemán Andreas Beck, número 123 de las listas, el español impuso un ritmo vivísimo. El teutón rayó a buena altura y soltó sus golpes sin preocuparle la posibilidad del error. A veces Beck llevó a Nadal de coronilla, pero el de Manacor realizó mejor que nunca un tenis de altísima calidad, aunque el partido no fue excepcional.

Rafael Nadal demostró su extraordinaria fortaleza física y mental y tras dos horas y veinte minutos de juego pudo vencer a Beck por 6-4, 6-4 y 7-6. Con 39 golpes ganadores, el tenista acreditó la efectividad y potencia de sus armas, imprimiendo en ocasiones un ritmo tan atosigador para el contrario que Beck necesitó de toda su velocidad para intentar una respuesta.

Seguridad en la hierba

Si Nadal mantiene ese tono de juego pujante acabará consiguiendo el máximo premio. El deportista sigue manejando su derecha como recurso especial para resolver los puntos, pero sobre todo despliega una estrategia que le permite asentarse con seguridad en la pista de hierba para lanzarse a una ofensiva casi mortal para el oponente. A este paso ni Federer, cinco veces campeón del torneo; ni el aspirante Djokovic podrán frenar al mallorquín, que de un tiempo a esta parte ha logrado amoldar su tenis al que exigen las canchas de césped.

El segundo rival del español en Wimbledon será el letón Ernests Gulbis, vencedor del gigante norteamericano John Isner y al que el propia Nadal ha definido como «el fenómeno de un corto futuro».