Filipinas da ya por muertos a los 800 ocupantes del ferry hundido por el ciclón
El casco del 'Princess of Stars', convertido en fosa común, se divisa desde la playa de San Fernando, en la isla de Sibuyan. Semihundido, boca abajo y con un gran boquete. En estas condiciones es casi imposible que siga con vida ninguno de los ochocientos pasajeros, entre ellos 45 niños, que siguen en el interior del ferry que el pasado sábado fue volteado por el tifón 'Fengshen', cuyos vientos han arrasado el centro y el norte de Filipinas. De hecho, los equipos de rescate de la ex colonia española los dan ya por muertos, con lo que la cifra de fallecidos por esta última catástrofe natural que ha castigado Asia supera ya el millar. Al menos 35 cadáveres fueron ayer encontrados en aguas de las islas Burias, en el centro del país, aunque no es posible confirmar que pertenezcan al pasaje del transbordador porque, según el Gobierno, se han hundido varias embarcaciones más.
Actualizado: GuardarLos que sí pueden contar su agonía son los 38 ocupantes del 'Princess of Stars' que consiguieron llegar a tierra firme a bordo de botes salvavidas y que ahora se recuperan en un hospital local. También cuarenta tripulantes de otro barco hundido, el carguero 'Lake Paway', han sobrevivido a los vientos huracanados del 'Fengshen', pero se teme que en las islas Visayas, que crean una constelación de más de 7.000 y que son surcadas por miles de navíos, los naufragios hayan sido muy numerosos, razón por la que Manila ha advertido de que la cifra de víctimas puede crecer todavía más.
Mientras, el Ejecutivo de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, que criticó con dureza a las autoridades marítimas que permitieron zarpar de la capital al 'Princess of Stars', se enfrenta ahora a otra vertiente de la crisis provocada por el tifón: la agrícola. Con el precio de los cereales en máximos históricos, las inundaciones que han anegado los campos del centro del país, principal importador de arroz del mundo, se ven con gran preocupación.
Tanta que, aunque la estimación de pérdidas materiales es de sólo 32 millones de euros, el Ejecutivo ha advertido que castigará con dureza a quienes especulen con el precio de los alimentos, a los que achaca la actual situación de desabastecimiento de los graneros nacionales, recuperados en parte tras la renovación de las exportaciones por parte de Vietnam, a primeros de mes. Arroyo, que se encuentra en Estados Unidos en viaje oficial, propuso al Parlamento que tipifique como «sabotaje a la economía» la manipulación del precio del arroz.
Entretanto, las zonas afectadas por el 'Fengshen' siguen en estado de alerta ante la posibilidad de deslizamientos de tierra, un fenómeno habitual en Filipinas, donde la tala indiscriminada de árboles deja las montañas completamente indefensas ante el envite del agua y del viento. Más de 60.000 personas han tenido que ser evacuadas por esta razón en la isla de Negros.
Ahora, el ciclón se dirige hacia China, donde se espera su llegada con temor, ya que el sur del país sufre ya las peores inundaciones desde hace una década. En varias provincias las autoridades han decretado diferentes niveles de alerta, y varias presas han tenido que abrir sus compuertas. La naturaleza se ha confabulado en este año olímpico para no dar respiro a Asia.