Salvador Pineda. / T. S.
Jerez

Una pequeña mejoría

Desde la organización agraria Coag, su secretario general, Salvador Pineda, destacó ayer una leve mejoría con respecto a la reforma europea anterior que sufrió el sector algodonero. De todas formas, Pineda hizo ver que «no es mucho». «Conseguimos que no se le devuelva dinero a Bruselas, porque llevábamos un par de años que no sembrábamos las 70.000 hectáreas y de esa manera aquella gente que estemos dispuestos a sembrar algodón tendremos algún dinero más, casi 400 euros más por hectárea».

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«En la provincia producimos actualmente 10.000 hectáreas y para esa gente será bueno porque van a recibir más dinero y podrán seguir ejerciendo su profesión. Ha mejorado un poco lo anterior pero tampoco mucho».

Pineda recalcó que «a la gente que pensamos que hay que mantener el cultivo para generar empleo y riqueza, nos satisface aunque lo que nos gustaría es seguir sembrando las 90.000 de antes». Para Coag, «Europa no da marcha atrás, sigue insistiendo en esa política equivocada y nefasta del pago desacoplado y a los hechos nos remitimos: ya vimos el año pasado las consecuencias del cereal, este año estamos viendo que falta producto y eso es debido a la malísima política que está llevando Europa, que no está hecha en favor de producir sino premiando a los especuladores y a la gente que se arrima al campo para ganar dinero y no para ejercer una profesión».

El líder de Coag se refirió también ayer a los recursos aprobados por la Unión Europea destinados a la reestructuración de la industria: «Sencillamente, el dinero sale de las espaldas y los bolsillos de los agricultores. No es nada nuevo. Es lo que hace Europa en todas las reformas. Con nuestro dinero compensamos a aquella gente que quería hacer negocio y a nosotros nos quitan el dinero de nuestro bolsillo».

Desde la organización agraria creen que «lo ideal hubiera sido como estaba antes, que se producían 90.000 hectáreas de algodón, pero Europa mantiene su política aunque vea que se equivoca».