«No me emociono fácilmente»

No es Luis Aragonés un seleccionador histriónico cuando ve los partidos desde el banquillo. Más bien al contrario, intenta poner cara de póquer para transmitir tranquilidad a sus futbolistas. Incluso en un momento tan dramático como la tanda de penaltis contra Italia. «La vi con mucho interés. Estoy contento, pero tranquilo. Ni me hundo cuando pierdo ni estoy en las nubes cuando gano. No me emociono con facilidad», admite. Eso sí, la llamada de felicitación de uno de sus nietos al término del choque contra la escuadra 'azzurra' sí consiguió tocar su fibra sensible.

El 'Sabio de Hortaleza', por resultados el mejor entrenador de España hasta la fecha, está feliz por sus jugadores y asegura que la supuesta maldición de cuartos nunca supuso «una carga» para él porque cuerpo técnico y plantilla se habían conjurado para olvidarla y afrontar los encuentros «con pensamientos positivos». Los mismos con los que saldrán ante Rusia, «físicamente el mejor equipo» de los semifinalistas. En la primera fase se le goleó a la contra, pero Aragonés asume que sorprender otra vez tácticamente al experimentado Hiddink «va a ser difícil».

Al finalizar el choque contra Italia, fueron numerosos los aficionados que pidieron la continuidad del técnico madrileño, que ya ha anunciado que dejará la selección tras la Eurocopa «acabe como acabe». Parece que su futuro está en el fútbol turco y ayer cortó de raíz cualquier pregunta relativa a la posibilidad de que la Federación intente retenerle si España llega a la final de Viena y la gana. «Dejo un grupo importantísimo y un ambiente formidable», dijo para zanjar el asunto.