Algo más que unos penaltis

La dramática tanda de penaltis que dio el domingo a España la clasificación para las semifinales de la Eurocopa sirvió para cambiar la Historia, hacer justicia al fútbol creativo y castigar el conservadurismo de Italia, la actual campeona del mundo. El éxito es de todos los hombres de Luis Aragonés, pero ocurre que la ruleta de las penas máximas encumbra siempre al portero que sale airoso y al futbolista que marca la definitiva; es decir, Iker Casillas, que detuvo dos, y Cesc Fábregas. Suelen convertirse en héroes transitorios y su actuación no va más allá de esos momentos puntuales de esplendor. Pero, en los casos del portero madridista y del centrocampista del Arsenal, hay argumentos sólidos que avalan la tesis de que los penaltis de Viena fueron algo más: un plus mayúsculo de moral de cara al partido de este jueves ante Rusia.

Por si quedaba alguna duda, Casillas cerró cualquier debate sobre el mejor guardameta del planeta. No sólo por su brillante intuición y reflejos en la muerte súbita, sino porque ganó de calle a Buffon, uno de los porteros que cuestionaba su hegemonía. El balón que sacó el futbolista blanco a Camoranesi en la línea de gol en la segunda parte es de los que quedan en la memoria de los aficionados. Sobre todo porque, contra Italia, nueve de cada diez ocasiones similares acaban siempre en las redes. Pero, además, volvió a dejar claro que es el gran capitán de la selección. Tranquilizó con gestos y buenas palabras a los compañeros que se acercaban a los once metros y consoló el término del partido a un abatido Güiza, que estaba triste por su fallo a pesar de la victoria.

Elogios mundiales a Iker

Un ejemplo de saber estar dentro y fuera del campo que ayer despertó los elogios de la Prensa mundial. Es el número uno en todos los sentidos, aunque él actúe con modestia y haga extensivas las alabanzas al resto de los compañeros. Incluso el 'Sabio de Hortaleza', muy poco dado a hablar de individualidades en el seno de la plantilla, no se pudo sustraer a la heroicidad de Casillas, quien ha logrado acallar las voces críticas que citaban siempre los penaltis como su punto flaco bajo los palos. «Es el capitán perfecto -subrayó el seleccionador en la carpa de Prensa de Neustift-. Es un diez en todo. En la portería, en la capitanía y también en su forma de comportarse. Es el capitán y por tanto con el que más he dialogado de cosas que afectan al equipo. Es un fenómeno».

«Sabía que marcaría»

El último penalti anotado por Cesc también tiene otras lecturas deportivas y anímicas, al margen de su importancia en la Eurocopa. Cuando el catalán se acercó al área a lanzarlo se pudo ver en televisión que hablaba por lo bajo y que respiraba profundamente para relajarse. Sabía que ese balón guardaba un mensaje que trascendía la clasificación en sí misma. «Me dije cosas a mí mismo. Era una gran portunidad para los que tenían dificultades en confiar en mí. La vida te da una oportunidad y yo sabía que en los momentos importantes también podía sacer al equipo adelante. Ese penalti significó muchísimo y demostró que también puedo rendir bien a pesar de la suplencia», subrayó.

El fútbol tiene estas contradicciones. Al principio de la cita de Austria y Suiza se ponía en duda su compromiso con la 'roja' y ahora se baraja la posibilidad de que pueda ser titular ante Rusia. Aragonés sabía que el director del Arsenal necesitaba una dosis de autoestima y no dudó en señalarle a él como el quinto lanzador de España, el de mayor responsabilidad para lo bueno o para lo malo. «Sabía que lo iba a marcar», ha declarado. Es curioso, pero el del Arsenal nunca ha sido un especialista en tirar las penas máximas. Él mismo lo reconoció con una sonrisa de oreja a oreja: «Es mi primer penalti desde que tengo 15 años». Superada la maldición de cuartos, Fábregas y sus compañeros son ambiciosos. «Queremos entrar en la historia de los grandes ganando la Eurocopa».

Sesión de recuperación

Los internacionales, que viajaron a Innsbruck en avión la misma noche del domingo, ya están de nuevo en Neustift para preparar la semifinal ante el conjunto de Guus Hiddink. Ayer tuvieron un entrenamiento de recuperación a mediodía y después el cuerpo técnico les concedió el día libre hasta las nueve de la noche. Los futbolistas recibieron la visita de sus familiares y pasaron la jornada en el centro de la localidad. La mitad de la plantilla comió con ellos en un italiano. Cosas de la Eurocopa.