AFECTADA. Planta de la empresa en la capital gaditana. / ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

La plantilla de Altadis exige al Gobierno «un compromiso firme» contra el cierre

El comité de empresa teme que la empresa haga negocio con la venta del suelo Los trabajadores de Cádiz piden paciencia antes de iniciar movilizaciones

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El mejor suelo industrial de la Bahía gaditana. Apenas 65 trabajadores que salen a casi 2.000 metros cuadrados cada uno de planta (las instalaciones de Altadis en Zona Franca ocupan unos 120.000 metros cuadrados). «¿Tú te crees que van a mantener todo eso para sólo 65 empleados?», se preguntó ayer el comité de empresa de la factoría en la capital, tras la primera reunión sindical en firme celebrada una vez que Imperial Tobacco -la firma inglesa que adquirió la empresa hispano francesa a principios de año- anunció la semana pasada un recorte salvaje de empleos en Reino Unido, Francia y España. Ahora, el objetivo de los sindicatos no es otro que evitar a toda costa que los recortes se conviertan en el acta de defunción de la fábrica.

«Aquí se verán afectadas unas 400 personas, contando con los trabajadores propios de la empresa y toda la industria auxiliar que genera», explica Carmen Pérez, representante de los trabajadores. En concreto, los planes de Imperial Tobacco son eliminar 236 empleos, para ir dejando sin producción la planta (de tres a una sola línea) en año y medio. Y después ¿qué? Eso es lo que se cuestionan desde el comité de empresa, que se temen que todo este calendario esconda el fin de echar el cerrojo y sacar tajada empresarial por la venta del suelo. Por eso, porque se temen lo peor, Pérez reclamó ayer a las administraciones (Estado, Junta, Diputación Provincial y Ayuntamiento) «algo más que declaraciones institucionales». Les exigió «un compromiso firme de que Altadis no cerrará del todo en unos pocos años».

Ésa es la primera reivindicación. A partir de ahí, podrían llegar las movilizaciones (los sindicatos empiezan a moverse en toda Europa para que las intenciones de la matriz inglesa se rebajen). Desde Cádiz, mientras tanto, se pide paciencia para ir cubriendo los plazos: «Imperial sólo ha presentado un plan, se supone que nos toca a nosotros valorarlo y rechazarlo y a ellos ir tomando decisiones», expone la presidenta del comité.

De ahí la importancia de que las administraciones nacionales, regionales, provinciales o locales demuestren «toda la firmeza del mundo» en contra del recorte y del cierre de la planta. Pérez recuerda tres razones: mantenimiento del empleo, respeto por lo que se ha hecho en esta planta a lo largo de su historia (una de las líneas productivas que serán eliminadas de Zona Franca sólo se hacía aquí y la maquinaría debería llevarse a otro lado) y más respeto por los millones que se ha dejado la Junta (por poner un ejemplo, ya que el Ayuntamiento gaditano también puso en su día mucho para que se quedara la multinacional) en el camino. «Por un lado vive del presupuesto público y por otro lado provoca el cierre sistemático de sus plantas», acusa en el mismo sentido el también dirigente sindical Manuel Pastrana, secretario general de UGT en Andalucía, que se mostró ayer en contra de que se repita «apenas pocos meses después la operación de despido que provocó el cierre de la planta de Altadis en Sevilla».

Desde la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, ya se han manifestado contrarios al plan de reestructuración. El consejero Antonio Fernández recalcó ayer que desde la Junta «van a cuestionar el criterio de viabilidad» alegado por Altadis.

El calendario de movilizaciones que empieza a organizarse a escala europea se dará a conocer hoy, según han previsto el comité europeo de Altadis, la sección intercentros y diversas organizaciones sindicales de España y Francia, que durante los últimos días han creado una especie de gabinete de crisis ante las noticias de regulaciones y cierres. Hoy mantendrán una nueva reunión que marcará el tipo de protestas que llevarán a la calle.

En definitiva, «acaba de empezar la negociación y vamos a dar guerra para que no les sea tan fácil acabar con todo lo que significa esta factoría», advierten desde Cádiz los trabajadores de Altadis.