Flamenco contra solsticio
Anoche, el circo flamenco de Albadulake con su segundo montaje Majaretas, el baile malagueño del célebre Carrete y las músicas de Los Rumbers, le echaron el cierre a la primera edición del Encuentro Flamenco en Escena, que ha tenido lugar en Arcos.
Actualizado:Desde el jueves, el jondo se echó allí un pulso feliz con el solsticio de verano: las actuaciones previstas a las nueve de la noche tuvieron que retrasarse hasta que realmente anocheciera, por lo que la sucesión de espectáculos supuso un trasnoche continúo, jocoso para buena parte de los espectadores, pero que arrastró problemas técnicos como el hecho de que resultara difícil probar luces antes del inminente amanecer, para los espectáculos de la noche siguiente.
A pesar de todo ello, la iniciativa mereció la pena: algunas compañías contrataron bolos y algunos programadores se llevaron de Arcos elementos de juicio para realizar futuras contrataciones. Eso era lo que se pretendía, a pesar de que el número de contratistas no resultase tan elevado como inicialmente se supuso. En la retina de los buenos momentos, que fueron los más, los espectadores se llevan el excelente espectáculo Chanta la mui, de Marco Flores -que jugaba en casa-, Olga Pericet y Daniel Doña. O la propuesta de Rosario Toledo con la escolta de David Palomar, titulada Del primer paso, como homenaje sucesivo al ballet clásico, a la danza española y al baile flamenco.
O tal vez, el viaje cantaor de Tomás Perrate desde las severas raíces jondas de su linaje a la guitarra eléctrica o la batería estupenda de Javi Ruibal.
La afluencia de visitantes, de artistas y agentes culturales puso el no hay billetes en numerosos establecimientos hoteleros, aunque la afluencia del público local resultara irregular. Los dos espacios previstos, el acceso a la iglesia de San Pedro y la explanada de la plaza del Cabildo, fueron adaptados para la escena aunque plantearon problemas técnicos de diversa índole: así, tanto La Flamenkita como El flamenco no tiene nombre de mujer, tuvieron que enfrentarse a serios fallos de sonido.
La organización asumió los errores luminotécnicos que llevaron a suspender al poco de empezar el nuevo espectáculo de Cibayi de la gaditana Charo Cruz, que contaba con el respaldo artístico de Encarnita Anillo y de Nono García, o los Tejidos al Tiempo, de Choni, que tuvieron que irse con un mal sabor de boca ajeno por supuesto a su voluntad. Y también a la de los organizadores, que han hecho milagros con un presupuesto heroico aportado en su mayor parte por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco. El programa arcense contó también con el respaldo de la Diputación de Cádiz, el Ayuntamiento local, Turismo Andaluz o patrocinadores privados. Tanto los portavoces del Ayuntamiento como de la organización fueron autocríticos ayer a la hora de rendir balance de las jornadas vividas, al tiempo que se comprometieron a trabajar en mejorar las propuestas de la próxima edición.
Esta vez, no sólo hubo tiempo para la música, sino también para la palabra, en las voces de Faustino Núñez -con el patrocinio de la Universidad de Cádiz-, de Antonio Murciano, que ayer pronunciaba su conferencia, heredera de una larga relación personal e incluso laboral con el jondo; o José María Velázquez-Gaztelu, que el viernes realizó un cumplido viaje a la historia flamenca ilustrado por el cante, el toque y el baile.
Entre las actividades paralelas, se incluyeron instalaciones de José Téllez de Meneses, la presentación del disco Nueva Frontera del Cante de Jerez 2008, a cargo de Gonzalo López y Alfredo Benítez, o una exposición de elegantes caricaturas y retratos de ambientes flamencos, obra de Antonio Valentín, que ya pudo verse en el Centro Andaluz de Flamenco.