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Siempre de guardia
La Farmacía Loreto instala un robot valorado en 170.000 euros capaz de almacenar y dispensar los productos
Actualizado: GuardarCuando el propietario de la Farmacia Loreto vio un robot modelo Rowa y lo que éste era capaz de hacer (además del espacio que ganaba para el establecimiento) en una farmacia de Málaga no tuvo dudas sobre que quería uno igual para la suya. Y eso que su coste no bajaba de los 170.000 euros. «Decidí instalarlo aquí para ganar rapidez en la atención al público y tener más espacio en los expositores de potitos. Ahora la farmacia es más amplia para los clientes», explica.
Hoy, los tres farmaceúticos del local gaditano, Joaquín Requena, Francisco Jiménez y Diego Quignón, están encantados con su nuevo compañero de fatigas. «Los ingenieros nos dieron unos cursillos avanzados para saber manejarlo», recuerdan.
¿Y cuál es su virtud más destacada? «Lo mejor es que hemos ganado en rapidez, pues mientras el brazo del robot escoge el medicamento en el interior (un espacio de unos ocho metros cuadrados con capacidad para 13.000 unidades) nosotros podemos seguir atendiendo al público. Simplemente hay que pasar el código de barras del medicamento para que el Rowa (de origen alemán en su fabricación) reciba la señal y vaya en su busca». Después, el mecanismo hace el resto y desplaza la caja o el producto en cuestión al mostrador a través de un pequeño tobogán.
En uno de los dos puntos de venta de cara al público que tiene esta farmacia del Barrio de Loreto, María José Giraldez, una clienta de la zona, mira con cara de incredulidad el mecanismo y asegura que «lo curioso es ver cómo caen los medicamentos por el pequeño tobogán». Como es lógico, «todo lo que sea innovar me parece bien», comenta.
Además del elevado coste económico, la instalación del Rowa ha supuesto varios meses de obras y preparativos. «Primero vinieron los ingenieros para medir el local y luego en base a eso tuvimos que elegir un modelo, ya que los contenedores en el que se encuentran las unidades son de diversos tamaños y formas», señala uno de los responsables del negocio farmacéutico.
No en vano, y aunque parezca un dispostivo de última generación, su aplicación práctica está bastante desarrollada. «Hay robots con configuración en forma de «L» o de «U», con el objeto de poder colocarse en los sótanos y segundas plantas de los edificios», expone su propietario como si fuera un comercial del robot. En su caso, la versatilidad del sistema ha supuesto algunas modificaciones de la farmacia tradicional: «Nosotros hemos cambiado toda la estructura del establecimiento e incluso el punto de venta de guardia es nuevo», aclara Francisco, el dueño.
En cualquier caso, la gaditana Farmacia de Loreto es «la primera en toda la provincia de Cádiz en automatizarse» a través del robot-boticario, según Joaquín Requena, otro de sus responsables.
En definitiva, el nuevo compañero metálico de Joaquín, Francisco y Diego hace más fácil muchas de las tareas de una farmacia: reduce los posibles errores, posibilita la recepción y la dispensación en paralelo, facilita la colocación automática de los pedidos por referencia y caducidad, es capaz de controlar el stock al 100%, y, finalmente, siempre está de guardia, incluídos fines de semana, festivos y noches.
jmvillasante@lavozdigital.es