Optimismo de Botín
Actualizado:a comparación establecida por el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, al afirmar que las dificultades por las que atraviesa la economía española son como la fiebre de un niño, repentina y alta pero pasajera, parece alinearse con cuantos análisis vienen presentando la actual crisis como un mal inevitable que aportará el bien necesario de un sano ajuste. Se trata, sin duda, de una versión optimista que da por descontadas las consecuencias negativas que tan brusca desaceleración acarreará sobre todo al empleo. Pero no existen razones fundadas para desoír tales estimaciones que, aunque puedan reflejar una fuerte dosis de voluntarismo o una visión que sobrevuela por encima de las vicisitudes de quienes se encuentran más desprotegidos, expresan tanto las consideraciones de expertos bien informados como el pálpito que anima la actuación de los principales actores de la economía española.