Dispuestos a disparar

Tarjetas de memoria, consumibles como discos CD, alguna cámara de los últimos rezagados en hacerse con la fotografía digital e incluso algún romántico que todavía quedan con su cámara analógica y que también acude a comprar carretes o a revelar los primeros resultados. Llegan tiempos de vacaciones, de playas y de ocio. Así que a muchos les da ahora por desempolvar las cámaras para recoger esa instantánea de la suegra surcando los mares por las orillas de Valdelagrana, certificar que un día se encontró con el famoso de turno en una terraza de verano y consiguió hacerse la foto a su verita o, para los más aventureros, recoger el momento de la conquista de la cima tras largas horas reptando por las montañas. Todo tiene su momento.

Eduardo Gutiérrez está tras su mostrador de la tienda Solinteg, en el número 52 de la calle Larga, para resolver los problemas gráficos de los intrépidos jerezanos que buscan el reportaje del verano. «Qué duda cabe que ahora hay más trabajo. El verano siempre está unido a una fotografía», asegura mientras despacha una solitaria fotocopia.

Caretos

De momento, algunos han comenzado por sacarse una foto de carné. «Es lo que más se hace en la tienda. Siempre se demanda este tipo de foto», comenta. Parece que una chica que ha entrado está preparando la matrícula para el curso que viene. Una mujer precavida. Eduardo continúa con la narración, entre foto y foto, y nos informa de que «siempre hay clientes y, sobre todo, siempre hay trabajo. Al comienzo de la era digital hubo un bajón. Muchos imprimían en sus casas, pero con el tiempo, la gente llega a la conclusión que la calidad que te da un laboratorio no la ofrece una impresora láser por buena que sea».

Que se prepare el mundo porque el reporterismo vacacional y vocacional está a punto de surgir un año más. «Las cámaras digitales nos ha facilitado poder tirar fotos sin pensárnoslo mucho», explica nuestro fotógrafo de Solinteg. Las luces del flash salpicarán en medio de la noche por cualquier esquina. Tirar una foto es gratis ahora. Menos mal que existen todavía cosas que no cuestan dinero.