La campaña más floja de la remolacha se inició en la única fábrica de Jerez

A las siete en punto de la mañana de ayer entraron en la azucarera de El Portal los primeros camiones cargados de la remolacha recolectada en las provincias de Cádiz y Sevilla. Con varias semanas de retraso respecto a sus fechas habituales, el gran monstruo despertó después de un año para recibir la materia prima que luego molturará y convertirá en azúcar, y tras los primeros inconvenientes iniciales del arranque la planta de Ebro Puleva pudo moler ayer alrededor de 4.500 toneladas.

En los próximos días, la velocidad aumentará de forma paulatina hasta que el domingo la fábrica alcance el pleno ritmo y pueda molturar en torno a las 8.000 ó 9.000 toneladas diarias. Será entonces cuando la entrada de los 200 camiones que descargaron ayer en la azucarera de Guadalete se duplique, y cuando «la calidad de la remolacha será mejor, porque la que llega los primeros días no es precisamente la más buena», explicaba el jefe de cultivos, Francisco Hernández, quien añadía que «se espera que la riqueza -nivel de sacarosa- sea este año muy alta, así como el rendimiento por hectárea».

Desde ayer y hasta la primera quincena de agosto se recolectarán en la provincia las apenas 5.000 hectáreas que los agricultores se han animado a sembrar tras los nefastos efectos de la OCM del azúcar, que han hecho que los precios caigan hasta no hacer rentable el cultivo. Y eso que Ebro Puleva aporta esta campaña unos cinco euros para compensar la bajada, como recordaban ayer hasta los operarios de la fábrica, un cifra que volverá a pagarse en la próxima campaña.

Pese a todo, los números no salen, y por eso la de este año será la campaña más floja de la historia en Andalucía. Tanto que, según confesaban ayer algunos de los responsables de la planta jerezana, Ebro Puleva dudó hasta el último momento si abriría sólo una fábrica o dos -Guadalete y la de San José de la Rinconada, en Sevilla- para moler las apenas 800.000 toneladas que se van a recolectar en Andalucía.

Finalmente, y para no ir a contrarreloj, fueron dos las fábricas que abrieron ayer, ya que la de San José de la Rinconada comenzó a funcionar de forma simultánea a la de El Portal, que es la única de Jerez que ha iniciado esta campaña tras el cierre de la de Guadalcacín. En total, el centro de producción jerezano molturará este año unas 420.000 toneladas.

Y aunque todos los remolacheros deben llevar este año su producción a El Portal, Guadalcacín sigue siendo el lugar de referencia para contrastar las muestras de riqueza y descuento -el porcentaje que no se paga por hierbas o tierra-, ya que el laboratorio permanece allí esta campaña.

Según los cálculos realizados por la industria y por los agricultores, las 800.000 toneladas suponen un descenso en la producción del 45%, así como un decremento de la superficie sembrada del 55% en relación con el ejercicio de 2007, hasta las 12.000 hectáreas. En la provincia, el descenso es aún mayor, ya que las 5.000 hectáreas son un 60% menos que las de hace un año.

Aún así, la llegada de camiones no cesó durante la mañana. Claro que se debió a los aforos pactados por la industria con los agricultores, que planifican al dedillo la campaña para que no haya ni un día en el que la azucarera deje de recibir la materia prima que alimenta el sistema. Durante las 24 horas del día, ya no parará hasta mediados de agosto.

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