Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
DESPEDIDA. El presidente fue a las oficinas del club tras anunciar la venta de la entidad. / J. C. C.
Deportes

Sin rencor, pero con denuncias

El mandatario azulino se despedió con tristeza, pero avisando de que tomará medidas legales «para esclarecer determinados hechos» que han tenido lugar en el Xerez, ya que «de rositas no se va a ir ni Dios»

B. F.
| Actualizado:

«Existen determinadas situaciones en el Xerez que, por motivos que sean, hemos estado dejando a la espera de resolver, pero en estos momentos de venta del club tienen que solucionarse». Fue el único momento de la rueda de prensa en el que Joaquín Morales se acogió al guión que llevaba preparado. El nazareno adelantaba que «el Xerez en los próximos días va a formular reclamaciones y denuncias judiciales, e incluso penales, para esclarecer determinados hechos y se van a hacer todos los trámites precisos para ello». En definitiva, «que el que la ha hecho la va a pagar. De rositas no se va a ir de aquí ni Dios».

Y es que mucho se ha dicho y hecho en los cuatro años de mandato del sevillano. Es por eso que el aún propietario del Deportivo comentara ante los medios que «está claro que yo no me iba a ir ni un segundo antes de cumplir una parte importante de mis deberes».

Deberes hechos

«Voy a dejar cada uno en su sitio y ya he puesto al día a Paco (Garrido)». Fue una pausa dentro de la tristeza que mostraba el mandatario, una parada para ponerse duro ante «una minoría que me ha maltratado» y de la que ya ha informado al futuro dueño del Xerez.

Pese a todo, el constructor de Dos Hermanas rogaba a todos aquellos que «me han querido hacer daño, que se lo paguen a Paco Garrido con ayudarle, y a Paco (Garrido) se lo he dicho, que se le van a pegar muchas moscas cojoneras, pero, por favor, ayudarle, porque es una persona que merece mucho la pena».

Y es que mucho ha sido lo que ha pasado Morales desde que se hiciera cargo del club hace cuatro años. Pese a todo, al sevillano se le saltaban las lágrimas al confesar que «cuando me preguntan si me ha merecido la pena llegar al Xerez, yo reconozco que esos abrazos, o los autógrafos que firmé, que en mi vida me había sucedido, eso me llegó al alma».

Sin rencores

La emoción colmó la comparecencia de Morales que quiso repetir por enésima vez que «no voy a guardarle rencor a nadie, y lo juro por mis niños, sobre todo porque no se adelanta nada, pero lo que sí digo, y lo digo con letras grandes, que cuanta más gente conozco, más quiero a mi perro».

Una frase que no era la primera vez que salía de la boca del presidente azulino. Y es que el mandatario, pese a todo lo que se ha pasado en la vida, confesaba que «lo que yo me he encontrado en Jerez, con poquita gente me ha pasado. Pero en la vida lo importante es la amistad y la salud, lo demás no importa y todo se puede hablar».

Sin rencores y rogando. Morales sabe que la masa puede llegar a desestabilizar el club, por lo que no dudó en pedir «a esa minoría que no me quiere que todo el odio o el maltrato hacia mi persona lo cambien y ayuden a este señor que entra. Pido que lo ayudéis porque es una persona que merece la pena».

De esta manera, claudicando a su manera, pero con un golpe en la mesa, Joaquín Morales se despedía de los medios de comunicación, un hasta luego ya que este martes posiblemente tenga lugar la firma del contrato y el fin de la venta.