Holanda sólo sabe ganar

No se puede dudar de Holanda . Nueve de nueve en el grupo de la muerte, un pleno que le convierte en una de las grandes candidatas a tocar el cielo de Viena. Este martes, sin que le fuera nada en la guerra a tres bandas, derrotó a Rumanía con oficio y buen juego por momentos, ofreciendo mucho más que la necesitada selección de Victor Piturca. El sueño rumano se acaba antes del peaje de cuartos.

Aun clasificada, esta Holanda es mejor que Rumanía ya sea con el equipo titular, el 'B' o el 'C'. Cierto que no pisó a tope el acelerador y que su ritmo fue menor al de los dos primeros partidos de esta Eurocopa, pero asumió en todo momento el protagonismo que le concedió gentilmente Rumanía, hipotecada a formar contras entorno a Mutu y su talento de ida y vuelta. El cuadro de Marco van Basten le dio la espalda al pasteleo y puso el fútbol en la noche de Berna, buscando un extremo y otro para luego acabar siempre en Huntelaar, delantero emergente que gusta a los grandes clubes. Suya fue la mejor oportunidad del primer tiempo después de una gran internada de Boularhouz que acabó con un remate del delantero por encima del travesaño. Y otra igual de clara tuvo Robben, al que le asustó emplear su derecha de palo ante Lobont y falló cuando lo más difícil era no meterla.

Lo intentó a su manera Rumanía, que defraudó y a la que no le sienta nada bien tener la pelota. Se la regaló a Holanda y buscó el factor sorpresa con jugadas aisladas, aunque anduvo demasiado conservadora en su planteamiento. Sólo con disparos lejanos inquietó mínimamente a Stekelenburg, titular para dar descanso a Van der Saar. Y así poco se puede hacer, independientemente del resultado en el Italia-Francia. Para pasar a cuartos se necesita un plus que esta selección no tiene por más que plantara cara a campeona y subcampeona del mundo. Bien organizada atrás, le falta gol, la salsa del fútbol.

Rumanía, sin reacción

Entregados al criterio de Engelaar, sensacional centrocampista que canaliza el juego naranja, los holandeses fueron a más en la reanudación y Van Persie hurgó entre líneas, disfrutando de un uno contra uno que Lobont desbarató con maestría. Era el preludio de lo que llegaría a continuación, el tanto de Huntelaar después de una asistencia desde el flanco de Afellay.

Ni siquiera así reaccionó el combinado rumano, que para colmo se llevó la puntilla cuando el choque agonizaba. Van Persie, palabras mayores, cerró la primera fase holandesa con un tanto genial, que ponía el broche a una gran actuación. Holanda asusta con un fútbol total.