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CELEBRACIÓN. Puli cumplió una vieja promesa. / ROMÁN RÍOS
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«Hace diez años prometí a mi padre que algún día le pondría a Varela una bufanda en el cuello»

Con sus dos goles ante el Amurrio, Puli cumplió su palabra de llevar al San Fernando a la categoría de bronce

DANIEL ANELO
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Puli es un hombre de los de antes, de los que nunca falta a su palabra. Algunas promesas cuestan trabajo cumplirlas, pero si uno quiere, al final, se puede.

Que se lo digan si no al delantero que ha hecho vibrar a la afición de su tierra con sus goles (23 ha anotado este año), y que ha sido protagonista directo del ascenso.

«Hace ya más de diez u once años, cuando me fui fuera de casa, le prometí a mi padre que algún día le pondría al Marqués de Varela una bufanda del San Fernando en el cuello. Eso y que subiría con el equipo a Segunda B. Al final lo he conseguido».

El máximo realizador del equipo no ocultaba su felicidad por una temporada en la que ha habido muchas más cosas buenas que malas, tras una intensa jornada de celebraciones. «Para mí es un orgullo haber ascendido con el equipo de La Isla, que lo llevo en el corazón. Estoy disfrutándolo a tope porque nos ha costado mucho trabajo conseguirlo».

El partido del domingo bien pudo haber sido el más destacado de su carrera. Marcó dos goles de bella factura, en casa y ante sus aficionados, que no han dudado este año en corresponder su entrega al grito de «¿Puli, Puli!».

«Tuve la fortuna de poder marcar el segundo gol que es el que nos daba la tranquilidad, porque nos íbamos al descanso con el 2-0. Con el tercero, que también lo marco yo, nos fue posible tener media hora para disfrutar, para ver a la grada haciendo la ola y cantando que éramos campeones», relata el delantero, que explica cómo vivió el tanto de la tranquilidad. «Vino de una jugada en la que el balón me llega tras un cabezazo de Fernando Porto, pero el balón está de cara y no lo veo. Me freno y me bota alto, por lo que la única posibilidad que tenía era la de rematar a media chilena, con la suerte de que entró, ya que la mayoría de las veces esos balones se suelen ir al marcador».

Habitual en Segunda B

A pesar de haber jugado los dos últimos años en Tercera, sólo ha sido para coger carrerilla. Puli está deseoso de volver a una categoría en la que ha sido pichichi vistiendo también de azulino -el año antes de firmar por el San Fernando, en el Écija-, y donde se hizo un nombre tras disputar varias fases de ascenso a Segunda con el Ceuta que le valieron para que el Sevilla se fijase en él.

«Jugar con el San Fernando en Segunda B va a ser para mí un sueño cumplido. Además, va a ser una categoría muy bonita, ya que vamos a enfrentarnos a equipos de nombre como es el caso del Cádiz, el Jaén o el Granada».

Ahora, el objetivo es el de hacer las cosas bien hechas para consolidarse en la categoría. Algo a lo que puede contribuir con sus goles el isleño, que quiere seguir dedicando a su familia todos sus triunfos deportivos. «Desde hace tiempo llevo una camiseta con la foto de mi abuela materna. Siempre le dedico los goles. Este año ha sido bueno en lo personal, ya que dentro de un més voy a ser papá y, además, he metido 23 goles y hemos ascendido», concluye.