'Nanysex', agredido en el juicio por el padre de uno de los menores de los que abusó

La presión ha estallado en el juicio contra Álvaro I.G., más conocido como 'Nanysex'. Fernando Gómez, el padre de uno de los niños víctimas del presunto pederasta, ha propinado un puñetazo al principal encausado en la Sala donde se celebra el juicio contra los integrantes de la red de pederastia desarticulada en mayo de 2005 en el marco de la 'Operación Troika'. En el momento de la agresión, se estaban analizando una serie de fotografías en las que se mostraba a los niños agregidos.

Fernando Gómez no ha podido evitar la indignación y, nada más entrar en la Sala para declarar, se ha lanzado a por el acusado, propinándole un puñetazo en la cara que le ha provocado una pequeña brecha y ha tenido que ser separado varios agentes de seguridad, según el abogado Jesús Garzón, que representa a la acusación popular en nombre de la Fundación Sandra Palo. "Se ha liado", ha explicado Garzón. El tribunal ha modificado finalmente la distribución de la Sala, situando delante de los procesados un barrera de policías para evitar más incidentes.

El juicio, que se celebra a puerta cerrada, se ha retomado tras media hora para que los familiares de las víctimas relaten a la Sección 23 el trauma que supuso para ellos y sus hijos el haber sido víctimas de estos presuntos pederastas. El tribunal ha decidido cambiar la distribución de las partes en la sala para evitar nuevos incidentes de este tipo, ya que los testigos pasaban a apenas un metro del banquillo de los acusados.

Canguro de su hijo y compañero de piso

El padre del menor mantuvo una estrecha relación con 'Nanysex', quien se enfrenta a 39 años de prisión por diez delitos de abusos sexuales a menores. En 2003, Alvaro I.G. puso un anuncio en un periódico para subarrendar su piso en Collado Villalba, entrando en contacto con los padres de una de las víctimas. Compartieron piso durante unos meses, periodo en el que el supuesto pederasta se hacía cargo de su hijo, uno de los menores que más vejaciones sufrió, tal y como certifican las fotografías y vídeos incautados.

El supuesto pederasta reconoció ayer que abusó del hijo de Fernando G. y de otros cuatro niños, de entre 1 y 3 años, valiéndose de su condición de canguro. Además, admitió que grababa en vídeo las vejaciones para difundirlas por Internet e intercambiarlas con el resto de miembros de la red de pederastia. Durante su comparecencia, se ofreció a someterse a la castración química si se demuestra su efectividad.

Fernando Gómez no ha sido la única persona que ha perdido los nervios. La madre de otro de los menores se ha abalanzado contra 'Nanysex' en los pasillos de la Audiencia Nacional de Madrid y ha tenido que ser reducida por varios de los agentes de la Policía Nacional que custodiaban a los acusados.

"Un mito en el mundo de la pederastia"

En la sesión de hoy, la segunda del juicio, ha comparecido el instructor de la 'Operación Kova' que desarticuló la red. El agente ha explicado que los hechos que se juzgan son "la punta del iceberg" de lo que puede haber detrás de los acusados y que 'Nanysex' era considerado un "ídolo" en el mundo de los pederastas por la calidad de las imágenes de pornografía infantil que difundía. Su clave era reconocida por otros pederastas que operaban en otras comunidades, como en Valencia.

Según su testimonio, los integrantes de la red actuaban intercambiándose archivos entre ellos para protegerse. Su avaricia por obtener más material pornográfico de menores llevó a la Policía a dar con ellos cuando uno de los miembros de "la comunidad" se saltó el círculo para entrar en contacto con otro pederasta, siendo rastreado por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.

Por otro lado, el propietario de la tienda de informática PC Tunning, donde trabajaba 'Nanysex', ha declarado por videoconferencia para explicar por qué no denunció los hechos tras encontrar en 2003 una cinta en la que se veía a Alvaro abusando de uno de los pequeños. Maza ha explicado a los medios que 'Nanysex' aseguraba ayer que el jefe del local le chantajeó con acudir a la Policía si no le daba cierta cantidad de dinero.

Esta versión choca con la de José Caballero Castaño, quien ha aducido que no entregó la cinta para "proteger" a los menores. Maza ha adelantado a los medios que solicitará al tribunal que libre testimonio contra este testigo por un presunto delito de encubrimiento, dado que ocultó la cinta desde 2003 hasta 2005.