Chapín se convirtió en el talismán de la salvación

Hace un par de meses, Esteban Vigo dejó claro que para conseguir la salvación había que conseguir ocho victorias consecutivas en el Municipal de Chapín. El malagueño era pesimista, ya que entendía que «es muy complicado ganar tantos partidos consecutivos, sobre todo en una categoría tan difícil como la Segunda División». Más aún, el capitán azulino, Vicente Moreno, tras vencer holgadamente al Deportivo Alavés, dejaba claro que «algún partido vamos a fallar en casa», aunque matizaba que «cuanto más tarde mejor».

Pues bien, tanto Esteban como Vicente se equivocaban, porque el Xerez culminó la temporada cumpliendo y batiendo registros. 30 puntos en la segunda vuelta del campeonato, 24 gracias a la grada de Chapín y a la marea azulina, que en los momentos más complicados sabe cómo animar a los suyos.

Y es que la afición mostró su desánimo por las últimas temporadas desde un primer momento. Chapín tenía unos números muy bajos, teniendo en cuenta las últimas temporadas, y la media de asistencia apenas ascendía de 7.000 almas, las mismas que llevan años apoyando a los suyos.

Sin embargo, el club decidió facilitarle las cosas a aquellos que aún no estaban convencidos, pero que eran necesarios para lograr la salvación. En los últimos cuatro encuentros, ante el Alavés, Castellón, Poli Ejido y Elche, la media de asistencia de Chapín ha sido de 12.049 espectadores, siendo la entrada más baja la del choque ante el Castellón (7286 aficionados) y la más alta la conseguida ante el Elche este pasado domingo (18136).

Por todo esto es lógico que los azulinos no dieran más que las gracias a la afición por haber estado allí. Los jugadores no olvidan que la marea azul estuvo en Sevilla, Motril y Córdoba, por lo que algunos, como Antoñito, comentaran al concluir el partido que «al final hemos conseguido una importante victoria. Estamos muy contentos por esta victoria. La afición se merece todo lo mejor hemos conseguido ganar y ahora mismo lo importante es festejarlo».

Yordi, por su parte, reflejaba que «me llena de orgullo. Si a alguien hay que dedicarle lo que hemos hecho es a nuestra afición, sin su apoyo durante toda la temporada lo habríamos tenido más difícil todavía. Los aficionados lo han pasado mal, igual que nosotros, aunque ahora o que tenemos que hacer todos es descansar y por supuesto celebrarlo todos juntos con nuestras familias y amigos».

Y es que ha sido una temporada larga, con muchos problemas deportivos e institucionales y con una delicada clasificación durante los nueve meses de competición. La afición ha podido madurar a raíz de todos los problemas sufridos y hasta alguno ha recordado con nostalgia la teoría de los 50 puntos de Lucas Alcaraz. Ver para creer.