Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
SIERRA LEONA. Víctimas de guerra, retratadas por Bonet, durante un partid de fútbol.
Cultura

«He corrido peligro... pero no me he enterado porque estaba trabajando»

El fotógrafo mallorquín, reconocido internacionalmente por sus proyectos sobre el sida o las víctimas de guerra de Sierra Leona, imparte un taller en Al liquindoi

MARÍA ALMAGRO
| Actualizado:

Pep Bonet dice que lleva una «vida normal». Que no hay que dramatizar y que es mejor sacar lo bueno de cada momento. El mensaje tiene más sentido aún si se conoce su trabajo. Este fotógrafo, uno de los mayores exponentes del arte documental de nuestro país, ha visto morir gente de sida a un palmo de su objetivo y ha retratado a víctimas de guerra amputadas que sobrevivían al dolor como miembros de un equipo de fútbol. Desde ayer, Bonet transmite estas y otras experiencias a los alumnos de Al liquindoi.

-Ahora recibe premios internacionales como fotógrafo pero antes fue windsurfista profesional, ¿cómo que le dio por la fotografía?

-A los 15 años me fui a vivir a Tarifa, a estudiar y a practicar windsurf. Empecé a ganar campeonatos. Después me fui a Hawai hasta que me llamaron para la mili y me hice objetor. A partir de ahí, me dediqué más a la fotografía, viví en Amsterdam y allí vi una exposición que me marcó. Al principio fui un hippie que se dedicaba a viajar. Trabajaba en ve-rano en un bar y en invierno me iba a hacer fotos, hasta que opté por tomármelo en serio.

-Uno de sus trabajos más reconocidos fue sobre el sida en África, ¿cómo recuerda este proyecto?

-Lo hice con una ONG. El acceso a los enfermos fue bastante fácil. Los tres primeros meses estuve fotografiando a gente muriéndose. Iba a verlos a su casa con un servicio médico que acudía allí porque ellos ya no podían andar. Después visité otros países donde ya había tratamiento. Fue un momento histórico en el que la gente dejaba de morir.

-Con otro de sus proyectos, la serie 'Fe en caos', fue galardonado con el segundo premio de World Press Photo. En este trabajo retrataba a un equipo de fútbol de Sierra Leona cuyos jugadores había sufrido amputaciones, ¿qué quiso reflejar?

-Cuando fui a Sierra Leona tenía todo el rato en mi cabeza la palabra fe. Me encontré a este equipo de fútbol, amputados por la guerra, y pensé que esa era una buena historia sobre cómo tener fe en uno mismo y cómo pasar el trauma a través del deporte. Hay gente en su país que con dos piernas son incapaces de hacer lo que ellos hacen. La pasión por el fútbol les mantiene vivos.

-También ha estado en un psiquiátrico y con niños ciegos, ¿cómo ha sido su trato con ellos?

-En el psiquiátrico conocí a mucha gente, muchos de ellos murieron. Con los niños recuerdo que me tiré al suelo. Jugaba con ellos para fotografiarlos de forma natural. Me llamaba Uncle Pep (el tío Pep).

-¿Cómo se recompone emocionalmente después de cosas así?

-Es algo que te afecta pero como en este trabajo es una detrás de otra te llegas a acostumbrar. Hay un proceso natural de curación. Yo vivo experiencias muy diferentes a las de la gente normal, pero no tengo porqué catalizarlo de manera negativa como la gente cree.

-Bueno, pero ver morir a gente o compartir el dolor de víctimas de guerra tiene que afectar de algún modo, por muy positivo que uno sea, ¿no?

-Sí pero te aguantas, lo pasas y ya está. Si tu trabajo te gusta, sabes que es importante y lo haces con dedicación. Hay que poder vivir con ello.

-¿Ha corrido peligro?

-Sí. Lo que pasa es que igual no me

he enterado porque estaba concentrado trabajando. En Somalia me asusté un poco cuando en un coche con gente armada empezaron a quitar el seguro a los Kashelnikof.

-¿Alguna vez ha preferido no hacer la foto?

-No, cuando me canso o cuando la luz es mala. Pero no hacer la foto por otra cuestión es la negación a mi trabajo. Creo en mi manera de trabajar. Si los que aparecen en mis fotos no hubieran querido estar ahí no hubieran salido.

-¿La crudeza es indispensable en una buena foto documental?

-No. La buena foto es la que sugiere más que las que enseñan hechos. Muchas veces es mejor jugar con la ambigüedad para que cada uno saque sus conclusiones.

-¿Cree realmente que con estas imágenes se puede conseguir algo?

-Bueno... la gente lo ve, le sabe mal pero no se hace nada. Lo único que puedes conseguir es que se sepa de ese tema. De ahí a que se haga algo por esa persona de la foto es difícil.

-¿Ha pensado en dejarlo?

-No. Vivo de esto y me encanta. Tampoco es incompatible con una vida normal. Tan normal como que me caso el lunes que viene.

malmagro@lavozdigital.es