La plantilla de Dragados y 30 eventuales vuelven de sus 'vacaciones forzosas'

Las vacaciones más amargas de los trabajadores de la planta de Dragados en Puerto Real se acabaron ayer. Después de casi dos semanas en casa por culpa de la cancelación del proyecto de un superpetrolero para una empresa noruega, «la mayor parte de la plantilla fija» (unas 250 personas) de la factoría y 30 eventuales comenzaron a trabajar ayer en un nuevo programa de la firma. En concreto, lo que ha salvado a los empleados indefinidos es la construcción de unos cajones de hormigón que se utilizarán en la ejecución del segundo puente de acceso a Cádiz. Cerca de otros 200 ex trabajadores eventuales de la compañía no tienen claro qué pasará con su futuro inmediato y ayer quedaron desvinculados de la empresa. Otros 200 se irán incorporando a razón de una treintena a la semana. En total, son 586 los operarios afectados por el fin del contrato. En cuanto a los que sí continúan, Juan Antonio Guerrero, miembro del comité de empresa, ha explicado que algunos trabajadores fijos seguirán «unos días más de vacaciones», aunque se irán incorporando a medida que se planifique la obra, que tiene un plazo de ejecución de seis meses.

Con todo, Guerrero ha calificado de «duro golpe» que unas 700 personas hayan sufrido el golpe, aunque los que más lo lamentan son los dos centenares que no serán reubicados de momento.

La esperanza es que Dragados se adjudique definitivamente el proyecto Castor (un sistema de abastecimiento submarino frente a la costa de Castellón), por el que se podrían incorporar los eventuales despedidos. Este proyecto está pendiente de dos trámites administrativos y Dragados confía en que a través de este proyecto o con otro plan se recupere la carga de trabajo habitual.