VITAMINAS. Las más vendidas cuando se acercan los exámenes.
Sociedad

«No sé si estudio más por las pastillas o es un efecto psicológico»

Los expertos coinciden en que ningún fármaco sirve para rendir más en los exámenes, algunos incluso pueden tener efectos negativos en la salud por sus componentes adictivos

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Llegan los exámenes, esos finales de curso maratonianos en donde los buenos estudiantes perfilan sus temarios y los que no lo son tanto se pegan el atracón en el último momento. Hay muchos que sólo se concentran en el silencio de una biblioteca y otros, que permanecen las noches en vela delante de los libros. A finales de semestre cada minuto cuenta, y el cansancio va poco a poco haciendo mella. ¿Cómo aguantan los jóvenes cuando llega la hora de hincar los codos? La mayoría respondería que a base de café, sin embargo, ahondando un poco más en el tema, se descubre una amplia gama de productos: pastillas, cápsulas, bebidas, ampollas que son utilizadas por bastantes estudiantes cuando el objetivo es rendir al máximo y el tiempo juega en contra.

DeMemory Studio, Durbitán o Rubifen son algunos ejemplos de los medicamentos a los que algunos universitarios recurren para conseguir estar una noche entera estudiando y rendir al máximo cuando los exámenes están cerca. Algunos de estos productos contienen propiedades adictivas y cuando se dejan de tomar muchos jóvenes se ven incapaces de trabajar con plena concentración. Sin embargo, su uso frecuente no significa ni que estén exentos de riesgos, ni siquiera que sean eficaces.

Al menos ésta es la opinión que sostiene la ciencia médica. Federico Soriguer, jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital Carlos Haya de Málaga, es bien tajante en este tema: «Ningún medicamento tiene la capacidad de aumentar ni la motivación, ni la inteligencia de una persona». Además, este experto comenta que el efecto que algunos productos puedan tener para mantenerse despierto es contraproducente, puesto que provoca el añadido negativo de una menor capacidad de concentración. «No hay ningún estudio científico que avale el hecho de que gracias a un medicamento se pueda rendir más en los estudios», afirma. Pero, ¿qué opinan los estudiantes de todo esto?

Para gustos, colores

Se podría decir que frente a esta cuestión existen diferentes posturas. Por un lado, los que ven el uso de estos fármacos como algo claramente negativo, dado que «los medicamentos se desarrollan para curar al enfermo, no para transformar a la gente en semidioses», opina Maite Calero, estudiante de Cien cias. Por otro, quienes creen que su uso puede ser incluso justificable y «una ventaja que sería absurdo no utilizar», declara Valeriano Durán. O incluso quienes comparan el uso con el de la cirugía estética, considerada originalmente antinatural y peligrosa, y hoy más extendida y socialmente aceptada.

Todos opinan pero alguien sabe de qué están compuestos estos fármacos. Básicamente, se podría decir que este tipo de productos se pueden clasificar en dos grupos, los complejos vitamínicos y los estimulantes. Los primeros son sustancias inocuas, «no producen ningún efecto negativo ni positivo», explica Soriguer. «Son muchos los que los toman por el efecto placebo, esto es, psicológicamente están tan convencidos de que les viene bien que pueden llegar a imaginar una mejora que no tiene por qué darse». Esto se corrobora en el campus. Alba García, estudiante de Informática, consume Juvamine Intelectual: «No sé si estudio más por las pastillas, o por el efecto psicológico de habérmelas tomado».

El otro grupo de medicamentos es también conocido con el nombre de nootropos ya que son fármacos que estimulan la actividad cerebral. A diferencia de los primeros, éstos no se venden sin receta médica, aunque algunos estudiantes comentan que los consiguen sin problemas. Éstos sí pueden tener repercusiones en la persona que se automedica. La primera de ellas, según comenta Soriguer, es que pueden crear adicción. Esto se debe a que en la composición de estos productos hay derivados anfetamínicos. Además, su uso puede tener efectos negativos sobre la salud como taquicardias, arritmia, perdida de apetito o ansiedad. Su uso sólo debe realizarse bajo prescripción médica.