Paso desorganizado
| Actualizado:ño tras año el paso de cientos de miles de emigrantes con dirección a sus países de origen en el Magreb padecen la tortura de las largas colas, el colapso de los ferrys, el estrés de familias enteras metidas en coches a reventar, sin que mejore de forma apreciable la organización cuya responsabilidad recae en las autoridades españolas. Tres millones de desplazamientos requieren una logística que no se puede limitar a acondicionar unas pocas áreas de servicio y algún cartel en lengua árabe para salir del paso. La dimensión de la migración demanda planificar un ritmo adecuado de buques; hay que acondicionar las instalaciones de embarque que están en condiciones precarias para las necesidades de niños y personas mayores. Y alguien debería reparar que entre los miles de viajeros hay un porcentaje de discapacitados que tiene también derecho a que se les facilite el acceso y movilidad.