Rice reprende a Israel por construir más colonias que torpedean el proceso de paz
«Hemos dejado clara nuestra postura de que estamos en contra», dice la enviada de Bush
| Actualizado:Demasiados viajes ya a Oriente Próximo y, prácticamente, ningún avance en el proceso de paz. La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, aprovechó ayer su sexta visita en lo que va de año a Israel y los territorios palestinos para poner en evidencia su malestar y reprender al Gobierno hebreo por la política de ampliación de sus colonias en Cisjordania y Jerusalén Este, que -advirtió- está teniendo un «negativo efecto en las negociaciones» y sólo contribuye a «desalentar la confianza» entre las dos partes.
«Desafortunadamente, en realidad creo, y Estados Unidos también lo cree, que los anuncios (sobre la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos) podrían dañar el proceso. Hemos dejado clara nuestra postura a los israelíes», aseveró Rice tras una reunión con el presidente palestino, Mahmud Abbas, quien se refirió al afán expansivo de Israel en los territorios ocupados como «el obstáculo más grande» a los intentos de paz iniciados en Anápolis en 2006.
Rice lanzaba ayer un rapapolvo público al gran aliado israelí justo en el momento en que arrecian las dudas sobre la posibilidad de que la crisis política instalada en el Ejecutivo judío -sacudido de nuevo por el fantasma de unas elecciones anticipadas a raíz del último escándalo de corrupción que acosa al primer ministro, Ehud Olmert- vaya a permitir progresos en el diálogo con los palestinos. Tal parálisis echaría por tierra los planes de Bush de sellar un acuerdo histórico en la región antes de su salida de la Casa Blanca en enero de 2009.
Cumbre
De hecho, ante este sombrío panorama, ayer trascendían los vanos esfuerzos de Rice por celebrar en Washington una cumbre para reunir a los jefes de las negociaciones -el palestino Ahmed Qureia y la israelí y ministra de Exteriores Tzipi Livni-, que han rechazado la propuesta. También se conocían las intenciones de ambas partes por empezar a plantear ya fórmulas intermedias, como un «documento de transición» para fijar los exiguos logros de estos meses y un sistema para continuar las conversaciones.