Kosovo nace como Estado
La entrada en vigor de la nueva Constitución convierte a la ex provincia serbia en un país «soberano» y con plenos poderes
| Actualizado: GuardarKosovo es desde ayer un Estado con plenos poderes. La entrada en vigor de la nueva Constitución así lo ratifica, aunque la ex provincia serbia deberá aún ir de la mano de la comunidad internacional en lo que se refiere a la supervisión de algunas de sus políticas, como son las de Justicia, control de la Policía y fronteras.
Las doce del mediodía fue la hora señalada para que el presidente Fatmir Sejdi firmase un paquete de leyes subordinadas a la Carta Magna y comenzara de inmediato a aplicarse el documento, que fue aprobado por unanimidad en el Parlamento de Pristina el pasado día 9. El texto define a la República de Kosovo como un «Estado independiente, soberano, democrático, único e indivisible» y destaca su condición de sociedad «multiétnica».
Sejdi no podía ocultar sus satisfacción cuando se presentó ante la prensa para calificar el momento de «histórico» y afirmar que con la entrada en vigor de la Constitución «concluye el ciclo de construcción del Estado kosovar». El presidente señaló que la joven nación es un «país democrático que ha aceptado los valores y parámetros europeos». «Será de todos sus ciudadanos, las mayorías y las minorías», prometió el mandatario albanokosovar.
La Carta Magna que ayer echó a andar consta de 40 capítulos y 160 artículos, que regulan el funcionamiento de la república balcánica con el albanés y el serbio como lenguas oficiales. Pero no todo son luces. A nadie se le escapa que la Constitución va a ahondar la división entre la mayoría albanokosovar y los serbios, establecidos sobre todo al norte, y que ya han comenzado a poner en marcha sus propias estructuras políticas, que culminarán con la apertura de un Parlamento propio en Mitrovica el próximo miércoles.
Fuertes tensiones
La tensión entre las dos comunidades ha sido especialmente dura en esta ciudad, escenario de graves enfrentamientos. Por eso, el presidente kosovar reconoció que habrá problemas a la hora de aplicar la legislación, pero recordó que otros muchos países tienen dificultades internas y confió en que «haya una reconciliación» entre los dos grupos.
Sin embargo, Sejdi es consciente de que el enemigo está demasiado cerca y que la mala convivencia va a ir a más por lo que hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que «ayude a Kosovo en el mantenimiento de la seguridad y el imperio de la ley». Aunque más que una solicitud fue un estate atento ya que el nuevo ordenamiento invita a la UE a asumir el papel de supervisión de la construcción del Estado de Derecho en Kosovo, en sustitución de la misión de la ONU (Unmik), que desde 1999 administra la región.
No se debe olvidar que el texto constitucional se basa en la propuesta de estatuto del ex enviado de la ONU en la zona, Martti Ahtisaari -una independencia tutelada que fue rechazada por Rusia- en la que Policía, Justicia y fronteras son supervisadas por la comunidad internacional. La nueva Constitución también recoge un llamamiento a la OTAN para que mantenga el control de la seguridad y entrene a las futuras fuerzas de seguridad kosovares, un cuerpo de protección multiétnico que se calcula tendrá 3.000 efectivos.
Desde Belgrado, la entrada en vigor de la Carta Magna kosovar fue calificada por por el presidente serbio, Boris Tadic, como carente de valor legal, además de tratarse de «un acontecimiento político de consecuencias dañinas». Según Tadic, «Serbia ve Kosovo como su provincia meridional. Y seguirá defendiendo su integridad y la soberanía también en Kosovo, eso sí, con medios pacíficos y la diplomacia, no con violencia».
Kosovo declaró unilateralmente su independencia el 17 de febrero, y ha sido reconocida por 43 países, entre ellos EE UU y las principales potencias europeas.