«La ausencia de crispación es imprescindible»
Será el 'padre' de la nueva Ley de Protección Integral de Víctimas del Terrorismo, uno de los primeros proyectos que el Gobierno quiere aprobar en esta legislatura. José Manuel Rodríguez Uribes, el director general de apoyo a las víctimas, sabe que su mayor enemigo es la crispación, aunque es optimista. Ve signos de entendimiento con el PP y la AVT para que sacar adelante el nuevo texto, que irá mucho más allá de la «simple reparación económica» a los damnificados del terror.
| Actualizado:¿Cuáles son los objetivos que persigue el Gobierno con la nueva Ley?
Tiene que servir de broche a todo el dispositivo legal vigente, tiene que contemplar nuevos derechos sociales y un reforzamiento del estatus de la víctima en el proceso penal. Hay que flexibilizar algunos requisitos para acceder a las ayudas y, sobre todo, hay que para terminar con las diferencias que se producen en las indemnizaciones. Además, tenemos que ir más allá de la simple reparación económica de las víctimas.
¿Qué falla o qué se ha quedado obsoleto en la actual legislación?
Es demasiado compleja, dispersa y adolece de algunas lagunas. Hay dos regímenes diferentes, varios decretos de los 80 y 90 y ahora decisiones sobre el reconocimiento a las víctimas del terrorismo en operaciones de mantenimiento de la paz o en relación con las parejas de hecho. Todo esto genera disfunciones y, en ocasiones, desigualdades. Y sobre todo, tenemos un problema: la Ley de Solidaridad de 1999 es obsoleta porque se concibió como una «ley de cierre» o de «punto final» durante la tregua de 1999 y hay que prorrogarla todos los años.
La legislatura pasada el Gobierno congeló el proyecto de la ley integral. ¿Tendrá ahora el consenso necesario?
Estamos esperanzados después del gran acuerdo parlamentario para aprobar la moción del pasado 3 de junio sobre el reconocimiento moral. La atención a las víctimas, si no se tuerce el camino, va a volver a su lugar natural, como asunto de Estado que es, fuera de la disputa partidaria. La ausencia de crispación es imprescindible para que la nueva ley de víctimas nazca con éxito.
¿Cómo es ahora la relación con el Partido Popular?
Veo signos positivos en el PP como la condena unitaria tras el atentado en Legutiano y el diálogo abierto para aprobar la moción del reconocimiento moral. El ambiente es mejor, sin duda.
La AVT mantuvo con el Gobierno varios desencuentros en la pasada legislatura. ¿Es ahora posible el acuerdo?
Espero que sí. Confío en que nadie se quede fuera de un consenso que es esencial y que desean los ciudadanos. El Gobierno, éste o el que sea, necesita el respaldo de todos en la lucha contra el terrorismo.