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TÁCTICAS. Hickersberger, da instrucciones a los jugadores de la selección austríaca. / EFE
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Austria y Alemania deciden su paso a cuartos en un partido con sabor a derbi

Los alemanes llegan al encuentro como favoritos, pero con serias dudas en su juego

ÓSCAR GONZÁLEZ
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Austria y Alemania vivirán hoy en Viena un auténtico derbi, un partido que superará la barrera futbolística para adentrarse en una rivalidad de décadas y en el que el premio no será otro el pase a cuartos de final.

Desde que Ivo Vastic logró, de penalti, el tanto del empate ante Polonia, Austria vive un momento de excitación y nada hay más importante para los jugadores que derrotar al rival germano. Por eso, el recuerdo del Mundial de Argentina, donde hace 30 años Austria venció a Alemania 3-2, con Hans Krankl como estrella, entra en todas las conversaciones. Tanto que hasta el propio Krankl ha tenido que avisar de que es hora de enterrar ya ese recuerdo para rejuvenecer los éxitos con otro hito. Por otro lado, la prensa ha encontrado quien encienda la mecha de la rivalidad: el delantero Martin Harnik, que no dudó en afirmar que «podía imaginarse como los alemanes se cagaban de miedo en los pantalones».

Alemania llega al partido como clara favorita, pero con más dudas de lo esperado. Sin ir más lejos, Joachim Löw ya ha soportado las primeras críticas por el mal juego mostrado contra Croacia.

En el entorno del equipo alemán se ha pasado de la euforia que produjo la victoria ante Polonia al desasosiego que provoca pensar en la posibilidad de ser eliminado por Austria y hasta el capitán, Michael Ballack, ha tenido que negar la existencia de discusiones entre los jugadores y el técnico.

Löw podrá contar finalmente con Lukas Podolski, hasta ahora la única garantía de gol de su equipo, y con el lateral Phillip Lahm, que le asegura la llegada por las bandas, pero no con Bastian Schweinsteiger, que revolucionó el juego contra los croatas pero se ganó una tonta expulsión.

En el lado austríaco, Joseph Hickersberger confía en que el equipo pueda solucionar sus problemas con el gol, un mal endémico. Hickersberger no podrá contar con Sebastian Prodl, suspendido, lo que podría dar a Martin Hiden la oportunidad de disputar su quincuagésimo partido internacional.