Hasta el año que viene

Las caras de los niños lo decían todo ayer. Pasaban diez minutos de la medianoche, y el estallido de cohetes en el cielo de Chiclana contrastaba con la tristeza en los rostros de los que más han disfrutado de los últimos cinco días de Feria de San Antonio 2008.

Ahora toca esperar al año que viene, 360 días de ilusión y sueños por delante quedan para poder volver a montarse en la noria, disfrutar de una hamburguesa a la luz del alumbrado, o escuchar los éxitos de la canción del verano por adelantado en la caseta de moda.

Atracciones y caseteros echaban el cierre en el día de ayer a la edición de este año de la feria local. El intenso calor reinante hizo que la mayoría de chiclaneros se decantaran por acudir al recinto a última hora de la tarde.

Un nuevo lleno estaba asegurado. Hasta la medianoche había tiempo de divertirse, de comprar el último recuerdo en los puestos de venta ambulante, que hicieron su agosto en pleno junio, o de degustar la última 'papa asada' de este año.

El balance es muy positivo; los cambios en la portada y el escenario de ésta fueron polémicos, pero la mayoría de público esas novedades les da igual, teniendo en cuenta que pese a la tan temida crisis el nivel de diversión no ha mengüado.

La noche del sábado miles de visitantes de las poblaciones del entorno como San Fernando, Medina o Cádiz llenaban el ferial. Ayer domingo el público era mayoritariamente local, y tras el almuerzo y el baño en La Barrosa muchos se acercaron a despedir la feria hasta el año próximo.

A partir de hoy llega el turno de las elucubraciones sobre los cambios en la distribución del recinto; la delegación de Fiestas tendrá que hacer su particular balance oficial, pero la sensación generalizada es que no habría que cambiar lo que ha ido bien.

Perfilar unos actos menos enfocados al público de la tercera edad y atraer a la gente joven, utilizar la dinámica de visitantes para llenar espacios de la feria que no han contado con demasiada afluencia de ciudadanos, y realzar el papel del caballo y del recinto Equimar parecen obligaciones necesarias de cara a las ediciones de los próximos años de Feria de San Antonio de Chiclana.

Feria 2009

De momento, en el día de ayer la Caseta Municipal volvió a erigirse como uno de los principales lugares de reunión en el ferial. La programación de Equimar, el almuerzo de la tercera edad o el recorrido de enganches por toda la ciudad, fueron otros de los grandes atractivos de una Feria 2008 marcada sobre todo por el buen tiempo y el intenso calor.

Para el año que viene las incógnitas se irán despejando poco a poco, aunque Fiestas insiste en que los cambios de distribución del recinto, «en arreglo a por donde pase la Ronda Oeste», se harán. De momento la tristeza por el final de la edición de este año dejará paso a recuerdos agradables. Miles de familias han dilapidado sus ahorros de todo un año en las atracciones, tómbolas y casetas, que este año difieren en su balance de nivel de negocio.

Lo que ha quedado demostrado es que, pese a que el bolsillo pueda estar más vacío que en años anteriores, los chiclaneros saben divertirse. Y si no que se lo digan a quien ideó el espectáculo de fuegos artificiales que cerraba de forma oficial la feria 2008, que tuvo que ver cómo, una vez finalizado su estruendo de luz y sonido, muchos cuidadanos seguían con ganas de fiesta y decidían dar su último paseo por un recinto ferial que no se quedó en silencio hasta bien entrada la madrugada.

chiclana@lavozdigital.es