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La campaña de la remolacha se atrasa por la huelga del transporte
La fábrica de El Portal abrirá sus puertas el día 19, dos días después de lo previsto, si los camiones circulan Los agricultores cosecharán unas 5.000 hectáreas en la provincia, casi un 60% menos que el año pasado
| Actualizado: GuardarLa estampa más típica de la campaña del azúcar en la provincia es la de los cientos de camiones que recorren sin parar las carreteras y los caminos rurales para llevar la remolacha recolectada a las azucareras. Sin transportistas, la recogida de este cultivo es definitivamente imposible.
Por eso, la huelga del sector del transporte que se inició la madrugada del pasado domingo -algunos paros comenzaron antes- y que ha mantenido en jaque a todo el país por la inmovilización de los camiones, ha tenido otra víctima colateral en la provincia: el retraso de la fecha de inicio de la campaña de la remolacha, que estaba prevista para el día 17, y que se ha tenido que atrasar al 19 para «dar margen a que se normalice la situación y los agricultores tengamos la certeza de que se podrá trasladar la cosecha a la fábrica», explicaba el secretario técnico del Grupo Remolachero de Cádiz, José María Menacho.
Fue el pasado viernes cuando la multinacional Ebro Puleva comunicó a los productores la conveniencia de esperar algunos días más antes de poner en funcionamiento la azucarera de El Portal, la única fábrica que abrirá sus puertas este año para recibir y molturar la remolacha tras el cierre de Guadalcacín, y que «una vez que eche a andar no puede quedar desabastecida».
Menacho, que no dudó en afirmar que «esta situación es un engorro para los agricultores, porque el cultivo ya está a punto», confió en que para el jueves 19 «ya se haya solucionado todo, porque ni con la escolta de la Guardia Civil se va a atrever ningún camión a recoger la remolacha». En este sentido, el representante del Grupo lanzó un mensaje claro a la Administración central para que tome medidas y criticó que «esto es su responsabilidad, porque tenía que haber previsto todos los perjuicios que iban a causar estos paros».
Pese a todo, no será la primera vez que los conflictos de los transportistas repercutan negativamente en el desarrollo de la recolección de la remolacha. Sin ir más lejos, el año pasado, y apenas unas semanas después del inicio de la cosecha, los camioneros decidieron que no trabajarían los fines de semana como es habitual en campaña, lo que provocó importantes parones que causaron graves problemas de abastecimiento a la fábrica de El Portal y también retrasó la apertura de la de San José de la Rinconada. Entonces, se llegó a un acuerdo por el que cada conductor decidiría sus turnos de trabajo y todo pudo volver a la normalidad.
La principal característica que tendrá la campaña que se iniciará el día 19 -a no ser que la huelga se vuelva a intensificar o reaparezcan los piquetes- es que será la más corta de la historia en la provincia, ya que apenas se extenderá a lo largo de 40 ó 45 días. «Es la consecuencia de la nefasta OCM del azúcar», se lamentó el presidente del Grupo Remolachero, José Manuel Díez, que cifró en 5.000 las hectáreas que hay sembradas este año en la provincia, un 60% menos de las casi 12.000 de la campaña 2006-2007, y una cantidad muy alejada de las más de 20.000 hectáreas que solían cultivarse de media antes de la reforma de la Unión Europea.
Otro tanto ha ocurrido en la otra provincia remolachera, Sevilla, donde se han sembrado otras 5.000, por lo que de las 40.000 hectáreas que eran habituales en Andalucía se ha pasado a las 10.000 actuales.
«Campaña testimonial»
«Una campaña testimonial». Así la ha calificado el presidente del Grupo Remolachero. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta que en total, y según las previsiones de los remolacheros de la provincia, en Cádiz sólo se recogerán este año unas 280.000 toneladas, prácticamente la mitad de las 540.000 de la pasada cosecha.
Para Díez, las malas cifras de este año y el hecho de que el precio al que se pagará el cultivo haya bajado en torno a los 37 euros, «muy por debajo de los costes, que por el contrario han aumentado», son un síntoma claro de lo que vendrá el año que viene: la desaparición definitiva de este cultivo por el abandono de los pocos agricultores que aún seguían sembrando remolacha.
El único consuelo para la campaña que está próxima a iniciarse es que «tanto la calidad como la rentabilidad por hectárea se prevén buenas», recalcó el secretario general de COAG Cádiz, Salvador Pineda. «La primavera ha sido buena, ha llovido cuando debía, y eso propicia que la remolacha de secano -mayoritaria en Cádiz- tenga más riqueza en sacarosa (polarización)», dijo.
ppacheco@lavozdigital.es