«Sería un sueño poder ganar un 'grande' en mi carrera»

Con su gran cigarro puro entre los labios, Miguel Ángel Jiménez disfruta de un gran día de golf. Con los 66 golpes del viernes está en primea línea de la parrilla de salida y dispuesto a desayunarse un tigretón.

-¿Le dejan fumar aquí?

-Por supuesto, siempre que esté por dentro de las cuerdas.

-¿Cómo se siente tras un 66, en el campo más largo de la historia en el que se ha jugado un torneo de Grand Slam?

-¿Estoy como una rosa! He golpeado muy bien a la bola y he aprovechado casi todas las oportunidades de birdie que me he dejado. Se me han quedado algunos regalitos en el campo, pero no me puedo quejar. Aquí es muy fácil hacer bogeys, tienes que estar con los cinco sentidos en todo momento; porque si te despistas, ¿zas!, borrón a la tarjeta.

-De momento, los Grandes se le están dando muy bien, octavo en el Masters, entre los líderes aquí...

-Aún falta mucho torneo por delante. El verdadero Open comienza ahora, con los 65 mejores que han pasado el corte y una veintena de ellos apretaditos en la cabeza. Y aquí ya sabemos que puede ganar cualquiera. Es importante estar bien colocado, naturalmente. Y ese es mi objetivo cada semana, jugar lo mejor que sé para al menos darme oportunidades de ganar. Eso te va dando mucha confianza cada semana.

-Cuatro de las últimas cinco ediciones del Abierto de Estados Unidos las han ganado novatos que conquistaban su primer torneo de Grand Slam. Desde los años 70 con Tony Jacklyn no gana este torneo ningún europeo, ¿ha llegado la hora de romper ese maleficio?

-Tenemos muy buenos jugadores en Europa como para ganar este torneo, lo hemos demostrado así en las últimas Ryder Cup. Si te fijas en el marcador, tenemos a media docena entre los quince primeros. Si te refieres a que si me gustaría ganar este torneo, ¿por supuesto! Sería un sueño para mí y un broche de oro a esos 20 años que llevo jugando en el Tour europeo. Por supuesto que me gustaría conquistar uno de los torneos de Grand Slam, es uno de los sueños de un golfista profesional.

-¿Qué ha cambiado en dos días para que haya ocho golpes de diferencia entre los 75 del primer día y los 66 de hoy?

-Son esas cosas del golf que no sabes muy bien por qué, pero que tampoco hay que darles mayor importancia. No he jugado mucho mejor, aunque sí he tenido mejor suerte con el bote de la bola en algún hoyo. Pero en este campo tan difícil (sólo media docena de jugadores han acabado bajo el par del campo) es muy fácil hace bogeys.