El ruido y la furia
Tres años después de su última entrega, el grupo francés Expérience publica un álbum que certifica su capacidad creativa
| Actualizado:No por habitual resulta menos obligado citar a Diabologum cada vez que se escribe sobre Expérience. De hecho, los primeros pueden presumir de haber dado forma y sentido a una de las propuestas más lúcidas y concluyentes del rock galo y europeo de la década de los noventa, expandiendo su influencia -expuesto por primera vez en Cádiz, recordemos, en un lejano concierto junto a Dominique A dentro del ciclo Campus Rock en mayo de 1996- a través de un importante número de grupos además de mediante las posteriores aventuras de sus componentes. La bifurcación de Diabologum en 1998 permitió entonces la puesta en marcha de dos proyectos liderados por sus miembros: por un lado, la rama Programme, encabezada por Arnaud Michiniak; por otro, la trayectoria de un Michel Cloup que reactivó a sus añejos Peter Parker Experience para bautizarlos luego y definitivamente como Expérience.
Desde aquel arranque, y tomando como punto de definición y propagación los embates eléctricos de su magnífico debut, Aujourd´hui, maintenant (2001), Expérience han ido sedimentando una abierta lectura donde, tomando el rock como fundamento primordial, se han ido incrustando elementos procedentes de hip hop, electrónica o funk, bajo un activo tratamiento que ha barajado subversión social y crítica política como temas fundamentales de su guión.
Trazando su territorio a través de trabajos como Hémisphere Gauche (2004) o la doble y conjunta entrega CD / DVD centrada en las versiones y publicada con el título de Positive Karaoke With A Gun (2005), el grupo de Toulouse certifica ahora su pulso de nuevo bajo el liderato de Cloup aunque en un formato de trío tras la marcha de Widy Marché. La conclusión se llama Nous (en) sommes encore là (Boxson - Green Ufos; 2008) y pone de manifiesto como el grupo ha afilado sus recitados textos para dar más argumentos a una colección de composiciones cuyos desarrollos, cada vez más dilatados y estructurados, subrayan con rigurosidad su habitual furia expositiva. Un planteamiento ahora de mayor presencia instrumental, combinada sobre un terreno amigo del matiz que también arroja luz sobre su potencial melódico sin perder una pizca de intensidad.
Michel Cloup (guitarra, voz, samples), Francisco Esteves (bajo) y Patrice Cartier (batería) conforman una nómina a la que se suman puntualmente invitados como Arm (de la banda francesa de hip hop, Psykick Lyrikah) en La république invisible o la cantante Mary Jane en Something Broken y Retrouvée coincidiendo en una voluntad común que ratifica el título de este trabajo.
Un álbum que respalda tanto la vida de un proyecto que cumple su decenio de vida como, y sobre todo, la de un discurso aristado y pujante, apenas desgastado en su rumbo musical y textual.