Vampiros de verano
Las oleadas de mosquitos podrían comenzar en poco más de dos semanas y El Puerto es el único municipio con un tratamiento de aguas estancadas para exterminarlos
| Actualizado: GuardarBzzzz... El ruido de las alas de mosquito y el verano parecen inseparables. Y quizá sea uno de los peores recuerdos que guardamos de las vacaciones. Este año, los mosquitos llegan algo más tarde. Y es que las altas temperaturas se han rezagado también -hasta bien entrado el mes de junio- retrasando la proliferación de estos insoportables chupópteros, que se multiplican cuando se dan dos condiciones muy propias de la provincia en estas fechas: calor y agua estancada.
Los mosquitos no distinguen entre agua dulce y salada, y así las extensas zonas de salinas de la Bahía de Cádiz se convierten en caldos de cultivos excelentes para su reproducción, especialmente cuando llueve o suben las mareas, inundando las zonas salineras. En un entorno favorable como ese, los mosquitos pueden reproducirse rápidamente y por millones.
A pesar de las suaves temperaturas, «podrían aparecer dentro de un par de semanas, porque ha llovido bastante en el último mes», pronostica Francisco Solino, de la empresa gaditana Coplaga, especializada en la exterminación de todo tipo de insectos.
Será el momento de aprovisionarnos de cremas, sprays, mosquiteras. Las técnicas y productos para librarnos de sus picadusas son variados en el mercado. «Un método muy útil es la trampa de pegamento -recomienda Solino- que utiliza las clásicas luces ultravioletas que atraen a los insectos, aunque no los electrocuta, reduciendo así los molestos ruidos». Sin embargo, la manera más eficaz de frenarlos sigue siendo la previsión, a través del tratamiento de las aguas estancadas, explican en Coplaga.
El Puerto, sin mosquitos
En el arco de la Bahía, sólo el Ayuntamiento de El Puerto dispone de este tipo de tratamiento, que se aplica desde hace quince años en las salinas de su término municipal en temporada de verano. Otras ciudades de tradición salinera como San Fernando o Puerto Real sólo cuentan con protocolos de exterminio para casos puntuales, que se ponen en marcha cuando existe una denuncia por parte de los vecinos.
La coordinación entre ayuntamientos es, por tanto, prácticamente nula. Aunque teniendo en cuenta que estos insectos pueden desplazarse sólo diez kilómetros volando, el contagio de plagas es poco probable de unas ciudades a otras. La campaña antimosquitos de El Puerto comenzó a mediados del pasado mes de mayo y continuará hasta septiembre, cuando el frío acabe por sí solo con los mosquitos. El tratamiento se aplica intoxicando el agua de los esteros para envenenar literalmente a la larva del mosquito. Para ello se utiliza un insecticida ecológico compuesto por un tipo bacterias (la Bacillus thurigiensis), esporas y cristales, que sólo afecta a las crías de mosquitos, impidiendo que se desarrollen. Este veneno se aplica en quince tandas, que coinciden con las dos mareas más altas de cada mes. Así se evita la fumigación posterior sobre los mosquitos adultos, mucho más cara y agresiva con el medio ambiente, ya que requiere el uso de insecticidas químicos.
El tipo de mosquito más común en España es el llamado Culex pipiens, más conocido como mosquito común. Otras especies más peligrosas, como el anófeles, capaz de transmitir enfermedades como la malaria, son menos comunes en nuestro país.
Lo que será casi inevitable, si uno llega picar, es sufrir la irritación de la piel, pudiéndose producir todo tipo de ronchas, provocadas por la saliva que segregan. Ésta conteniene analgésicos para que, mientras le aguijonean, no sienta dolor. Esto refuta a aquellas personas que se jactan de que a ellas no les pican los mosquitos. Sin embargo, lo que en realidad les ocurre es que son menos sensibles a la tóxica saliva de estos vampiros de verano.