CUENTAS. Solbes garantizó que se mantendrá el gasto en materia social e inversiones productivas. / EFE
Economia

El Gobierno se queda solo al poner la primera piedra de unos presupuestos «austeros»

El Ejecutivo saca adelante el techo de gasto para 2009, fijado en 160.158 millones, con el único apoyo del PSOE

| Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La delicada situación económica que atraviesa España desde principios de año también va a pasar factura al Gobierno, al igual que ya ha hecho con empresas y particulares, como quedó en evidencia ayer al quedarse aquel solo en la puesta de la primera piedra de los Presupuestos Generales del Estado para 2009 que, sin duda, serán los más limitados de los últimos años.

Fue gracias a la abstención de los principales grupos nacionalistas -sobre todo, PNV y CiU, que se antoja como el principal aliado del Ejecutivo, al menos, en la primera parte de esta legislatura- por lo que fue aprobado en el Pleno del Congreso de los Diputados, con los únicos votos favorables del PSOE, el techo de gasto no financiero para el ejercicio siguiente, fijado en 160.158 millones de euros, un 5% más que este año. Esta cifra supone. Esta cantidad supone un crecimiento mayor del esperado en los ingresos (en concreto, del 5% frente al 4,2%).

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, no concedió una importancia especial a estos apuros parlamentarios, pero sí quiso advertir que las administraciones tendrán que apretarse el cinturón ante la coyuntura «desfavorable», que obligará a que las próximas cuentas públicas serán «austeras» salvo en lo que se refiere a las inversiones productivas y en materia social. Este mensaje no fue en general mal recibido desde los escaños de la oposición donde, por el contrario, sí se produjo un reproche generalizado hacia el ministro de Economía y Hacienda por la falta de «realismo» de sus previsiones económicas. Así, desde el PP se afirmó que la gente «hace números todos los días» porque aprecia que «las cosas van muy mal y pueden empeorar a corto plazo». En este sentido, su portavoz, el ex ministro Cristóbal Montoro, le reprochó que en los últimos años no se haya dedicado a «preparar a España para hacer frente a la crisis económica» porque tenían «otras prioridades políticas».

Solbes, sin embargo, le replicó que justamente gracias al superávit público logrado en la legislatura pasada ahora pueden funcionar los estabilizadores automáticos, como las prestaciones por desempleo y el impuesto de la renta (IRPF), «un lujo que pocos países pueden permitirse», añadió.

Las críticas también llegaron desde las filas de los socios socialistas en el tripartito catalán. ERC e IU-ICV, los únicos que votaron en contra del techo de gasto presentado, junto a PP y UpyD (la formación liderada por Rosa Díez). Para ambas formaciones, el Ejecutivo ha actuado de forma «improvisada» en el último año, con políticas más propias de un partido conservador que de uno progresista, y medidas «electoralistas» .

Pero en las intervenciones de Solbes, ni la inicial ni las posteriores duplicas a los diputados de la oposición, no se apreció que el Gobierno fuera a modificar sus planes. Así, insistió en que su línea de actuación mantiene dos vías; por un lado, hacer frente a corto plazo a una considerable desaceleración económica y, de otro, «en un horizonte a medio plazo, ampliar la capacidad de crecimiento de la economía y la sostenibilidad del modelo», lo que no viene a ser otra cosa que aprovechar el bajón actual para tratar de corregir sus desequilibrios hacia el sector del ladrillo y el consumo.